POLÉMICA

"La Iglesia es el clóset de los gays"

El padre Germán Robledo, ex presidente del Tribunal Eclesiástico de Cali, habló duro contra el clero y contó del explosivo libro que está escribiendo.

8 de agosto de 2009

SEMANA: ¿Por qué está escribiendo un libro con los escándalos sexuales de la arquidiócesis de Cali?.

Germán Robledo: Hace dos años hice unas denuncias muy concretas al arzobispo Juan Francisco Sarasty, sobre hechos gravísimos de indisciplina eclesiástica y que se han acrecentado durante su gobierno por falta de control y vigilancia. Todas esas denuncias se las llevó el viento
 
SEMANA: El título de su libro ‘Hacia un clero Gay’, ¿no es muy duro e injusto?

G.R.: Es duro pero real. Lo que hace es denunciar una tendencia que se está presentando en la Iglesia católica. La experiencia de mis 45 años de vida sacerdotal me da autoridad moral para hacer ese análisis.

SEMANA: ¿De qué calibre son las denuncias que recopila en su libro?

G.R.: De homosexualismo, pederastia; sacerdotes con hijos, con demandas ante el Icbf por alimentos, corrupción... en fin, toda clase de violaciones directas al celibato.

SEMANA: ¿Por qué dice que su libro es una “Anti historia de un centenario”?

G.R.: Porque en 2010 vamos a celebrar el primer centenario de la Iglesia en Cali y aprovecharé esa coyuntura para contar cómo en los últimos 30 años la Iglesia se inclina por perfiles de sacerdotes con rasgos afeminados, dulces, obedientes, sumisos, no críticos y que se acojan siempre al papel autoritario del obispo y demás superiores.

SEMANA: ¿Qué tan grave es el tema del homosexualismo en la arquidiócesis de Cali?

G.R.: El 30 por ciento de los 120 sacerdotes que hacen parte de ella son homosexuales.

SEMANA: ¿Cómo así que algunos sacerdotes usaban las limosnas para pagar sus favores homosexuales?

G.R.: En el libro detallo sin nombres esos episodios que ocurrieron en la Catedral. Por ejemplo, había sacerdotes que pedían plata para los pobres y lo entregaban a quienes los acompañaban en sus tendencias homosexuales.

SEMANA: ¿Cree que el celibato es la causa del problema?

G.R.: No. Ser sacerdote es atractivo para los homosexuales porque pueden desarrollar una doble vida. Es el refugio de quienes no se atreven a enfrentar a sus familias. La Iglesia católica es el clóset de los gays.

SEMANA: ¿Qué opina del homosexualismo?

G.R.: No tengo problema con los homosexuales, por el contrario, creo que tienen plenos derechos y como sacerdote los he acogido. Pero en el estado clerical están en el lugar equivocado.

SEMANA: ¿Cuál es su situación dentro de la Iglesia católica?

G.R.: Al cumplir los 65 años me declaré sacerdote emérito sin responsabilidades parroquiales. Aunque aquí en Colombia sólo los obispos tienen el derecho a ser eméritos.

Noticias Destacadas