ENTREVISTA

Lecciones de la selva

El clavadista Orlando Duque, que ganó en 2013 el Mundial de Natación en Barcelona, pasó cuatro días en el Amazonas para lanzarse al agua desde un árbol de 36 metros. El caleño habló desde Leticia con SEMANA.

15 de marzo de 2014

SEMANA: ¿Cómo terminó en el Amazonas?

ORLANDO DUQUE: Por una propuesta del documentalista Thomas Miklautsch, con quien trabajo desde hace unos años. Quería grabarme saltando de árboles para un trabajo suyo sobre la selva y con el apoyo de Red Bull me trajo hasta acá.

SEMANA: ¿Encontró los árboles que buscaba?  

O. D.: Sí. Salté de diferentes árboles, el más alto tenía 36 metros. La experiencia me permitió saber lo hermosa que es la selva. También pude compartir con las comunidades nativas. El Amazonas es más que una foto con animales exóticos. Hay muchas cosas que la gente no alcanza a imaginar.

SEMANA: ¿Aprendió algo de los nativos?

O. D.: Lo que más me impresiona es la capacidad que tienen para adaptarse a las condiciones que la naturaleza les ha impuesto. Puede llover o hacer sol, pero ellos siempre encuentran la manera de sacarle provecho a la situación y beneficiar a la comunidad. Fue una experiencia muy chévere porque entendí lo básica que puede ser la vida.

SEMANA: ¿De qué le sirve a quien vive en la ciudad pasar unos días en la selva?

O. D.: Es una experiencia que deja lecciones de vida. Yo viajé por el río Yavarí para llegar a la reserva de Palmarí, donde estuve tres días. Al principio pensaba que me iba a encontrar un lugar difícil, pero el clima, la comida y la gente fueron excelentes. Eso sí, debí hacer cosas que no acostumbro: dormir en hamacas, usar repelentes permanentemente y estar atento a los animales con los que me podía topar. Y no fue fácil. En la ciudad estamos acostumbrados a tener una cantidad de comodidades y olvidamos lo importante que es saber salir adelante sin ayudas.

SEMANA: ¿Piensa volver?

O. D.: Me encantaría regresar. El Amazonas es un lugar mágico. Por ahora debo mirar hacia adelante y ocuparme de otros proyectos igualmente interesantes. Quiero viajar, por ejemplo, a la laguna de Guatavita, al desierto de Kalahari y a la Antártica y en todos esos lugares unir lo que hago con experiencias formadoras.

SEMANA: Todo el mundo habla de la necesidad de cuidar el Amazonas ¿Ganó consciencia de esto estando allá?

O. D.: Lo que el Amazonas ofrece es imposible encontrarlo en otros lados. Allá noté la tala indiscriminada de árboles y me enteré de que siguen cazando caimanes ilegalmente. Estas cosas acabarán con el pulmón del mundo y de paso también con las culturas nativas. Esto sería una pérdida muy dolorosa. 

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