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CONEJILLO DE INDIAS

UN ENFERMO DE SIDA, JEFF GETTY, SE SOMETIO A UN TRANSPLANTE DE CELULAS DE MANDRIL SOLO PARA AYUDAR A LA CIENCIA A SALVAR A OTROS PACIENTES.

12 de febrero de 1996

A MEDIADOS DE diciembre un hombre de 38 anos llamado Jeff Getty atrajo la atención de la prensa mundial al internarse en el Hospital General de San Francisco, Estados Unidos. Se trataba de un paciente de sida que iba a ser sometido a un injerto de médula ósea de mandril. Este controvertido tratamiento experimental busca reforzar el sistema inmunológico de los portadores del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida =VIH= a través del trasplante de células de esta clase de simio que, por causas que aún se ignoran, es inmune a la infección.

De tiempo atrás los mé dicos le habían explicado a Getty el gran riesgo que tenia de morir en el quirófano, no porque la intervención qui- rúrgica fuera complicada, ya que se trata de una operación similar a una transfusión de sangre, que dura apenas 30 minutos, sino por el rechazo del organismo a las células del animal. Sin embargo Getty aceptó, a sabiendas de que el riesgo de muerte era infinitamente mayor que la probabilidad de salvar su vida.

Pero él no se sometió al tratamiento para salvar su vida sino la de otros pacientes.
Getty, quien en 1987 se enteró de que era portador del virus, está ya en la fase terminal de la enfermedad y no hay nada que pueda salvarlo. El 4 de enero pasado, cuando Getty salió del hospital, cientos de personas lo esperaban con velas encendidas. Aun que Jeff, su madre Susan Getty y su amante por ocho anos Kenneth Klueh saben que el tratamiento no lo cura- rá, los médicos esperan que las células del mandril que le inyectaron restablezcan su sistema inmunitario. "Sé que puedo morir con este trata- miento, pero también moriré si no hago nada, manifestó al salir del hospital. El doctor Steven Deek, el investigador de la Universidad de California que le administró el procedimiento, senaló que la in- tervención a kff Getty permitirá aprender mucho más acerca de si es posible restaurar la función del sistema inmunitario a los pacientes de sida.

Pero Getty no es el primer enfermo que se somete al trasplante de médula de mandril. En 1992, investigadores de la Universidad de Pittsburg implantaron médula ósea de mandril a un paciente de 56 años en fase ter- minal. El trasplante fue rechazado y el paciente murió dos meses después. Sin embargo, desde cuando Jeff Getty leyó sobre el experimento decidió ofrecerse como voluntario y prestar su cuerpo como un laboratorio de prueba para probar drogas y procedimientos cuyos efectos aún se desconocen.
Para ello tuvo que recorrer todas las dependencias oficiales necesarias para que las autoridades de salud de Estados Unidos le permitieran someterse al procedimiento.
El dla en que se internó en el hospital afirmó: "Los médicos van a emprender una experiencia que seguramente no mesalvará, peropuedeorien- tarlos hacia un tratamiento que salve a millares de enfermos'.

A pesar del optimismo de Getty y de sus médicos, la mayoría de la comunidad científica ve el procedimiento con escepticismo. La mayor crítica que se hace a este tipo de trasplantes es que puedan traspasar virus de otras especies a los humanos y desencadenar mortales epi- demias. Lo cierto es que pasarán meses antes de que los investigadores puedan saber si el procedimiento ha reforzado el sistema inmune de Getty. Pero él, un conocido activista del movimiento radical de defensa de las víctimas del sida, sabe que está haciendo historia médica por haberse convertido en un conejillo de indias. "Alguien tiene que ser el primero, afirma.