Home

Gente

Artículo

HOMBRE SOLTERO BUSCA...

Un joven norteamericano vino desde California a Bogotá a buscar a su media naranja y se encontró con la fama.

1 de enero de 1996

BUSCAR PROmetida a través de un medio de comunicación no sorprende en estos tiempos porque cada vez más hombres y mujeres recurren a este sistema para encontrar a su media naranja. Pero la semana pasada a muchas personas y en especial al público femenino, les llamó la atención un aviso en el periódico con la foto de un hombre que buscaba esposa colombiana.
Se trataba de James, un joven norteamericano de 34 años que contactó a la agencia Latin American Introductions, de Bogotá, para lograr este fin. En el aviso explicaba que estaba interesado en conocer señoritas de 18 a 25 años, bonitas, delgadas y que supieran algo de inglés. La respuesta de las colombianas al llamado del gringo fue contundente. Hasta los funcionarios de esa oficina estaban aterrados con el impacto del aviso. "Nosotros nunca habíamos tenido esta situación", comentó Irma Troia, directora de la agencia. Y la verdad es que a solo unas cuantas horas de haber salido el periódico a circulación, ya se habían recibido cientos de llamadas. En total, durante los tres días en que James se dedicó a entrevistar jóvenes, registraron más de 5.000 llamadas telefónicas. Aunque el clasificado exigía señoritas entre 18 y 25 años, llamaron todo tipo de mujeres solteras, separadas y hasta casadas. Unas le enviaron mensajes de felicitación por tener gran personalidad, otras aunque no estaban interesadas en casarse, querían conocerlo y la gran mayoría, mujeres realmente interesadas, ofrecieron información detallada como edad, estatura y peso para obtener una cita con James y ver si la química funcionaba. Todo esto sin contar con los medios de comunicación que también lo llamaron para que contara su experiencia.
Si bien el método de escoger esposa con ayuda de un aviso de periódico ya no sorprende a nadie, en esta oportunidad impactó más porque era un clasificado grande que incluía una foto del interesado. Pero lo más curioso de la historia es que puso al descubierto la fuerte hinchada que tienen las colombianas entre el público masculino norteamericano. Sólo contando esta agencia, al año viajan 300 norteamericanos con el único propósito de llevar una colombiana al altar.
La aventura de Michael James Cyr, un ejecutivo de una gran empresa de San Francisco, comenzó hace un par de meses. Cyr tenía muchos deseos de casarse pero sabía que la candidata no podría ser una mujer norteamericana. "En mi país las mujeres son muy independientes y están muy influenciadas por el movimiento de liberación femenina", dijo el soltero. "Esa es la causa de muchos divorcios y de que existan tantos padres solteros", agrega. Por el contrario, tenía muy buenas referencias de la mujer latina, en especial de las colombianas y por lo tanto sabía dónde era que debía buscar esposa. Sin dudarlo decidió inscribirse en una agencia matrimonial que lo pondría en contacto con todo tipo de mujeres colombianas, quienes, según él, reúnen las cualidades de la mujer perfecta: conservadoras, bonitas, honestas y fieles.
Con esa agencia como único contacto, empacó maletas y viajó a Colombia. Sus intenciones eran tan serias que incluso compró un anillo de compromiso para entregárselo a la mujer que cautivara su corazón al final de sus pesquisas. A nadie le contó la verdadera razón de su viaje, excepto a un par de amigos, quienes le advirtieron que la idea era "una completa locura". "Mis padres aún creen que estoy de vacaciones en Colombia", comenta James. Una vez en Bogotá emprendió la tarea de conocer las jóvenes que estaban inscritas en la misma agencia. Pero después de dos semanas de salir con una y con otra, James informó a los directivos de la empresa que deseaba conocer muchas más. Fue entonces cuando surgió la idea de publicar un aviso con su fotografía. Al principio pensaron que necesitarían mantenerlo durante dos días pero sólo con un aviso fue suficiente para que empezaran a lloverle candidatas. En vista de la avalancha de llamadas, tuvieron que improvisar una oficina para que James pudiera entrevistar con tranquilidad a las jóvenes mientras una secretaria contestaba el teléfono. "Yo nunca esperé esta reacción, dice James. Creo que incluir la foto ayudó muchísimo. Estoy fascinado con las colombianas porque son muy sinceras, cariñosas y tradicionales".
En el lapso de tres días James entrevistó durante media hora a las jóvenes que cumplían los requisitos que él exigía. A cada una le preguntó sobre sus intereses, sus principios morales, sus emociones, sobre el número de hijos que deseaban y, sobre todo, si estaban dispuestas a dejar su país para ir a vivir a California. Al final de la semana tenía seleccionadas unas cuantas pero manifestó que necesitaba tiempo adicional para conocerlas más a fondo y tomar una decisión. De hecho, una vez concluía las entrevistas diarias, James establecía una cita con las mujeres que más llamaron su atención para conocerlas íntimamente. "Estoy muy confundido, todas son muy bonitas y simpáticas. Va a ser muy difícil para mi corazón", dice James.
Ahora que sus amigos se han enterado de los pormenores de su búsqueda, están ansiosos de saber cuál será el veredicto final. Del éxito de la misión dependerá que algunos de ellos vengan a Colombia a seguir su ejemplo. Por ahora, su meta es tomar la decisión antes del 9 de diciembre, día que escogió para comprometerse con su futura esposa. En esa fecha regresará a San Francisco con una sorpresa para sus padres: "conozcan a mi prometida colombiana".