LA BODA DEL AÑO
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Muy pocas veces los cronistas sociales y los reporteros gráficos habían disfrutado tanto los detalles de un matrimonio. Una linda iglesia colonial sabanera sirvió de escenario para lo que algunos han calificado como el acontecimiento social del año: el matrimonio de Lina Botero Zea y Alfred Wild Toro. La ceremonia religiosa fue acompañada por un quinteto de la Orquesta Sinfónica de Colombia y las voces de tres divas de la ópera. Después, los invitados, más de 300 personas, se trasladaron a la hacienda "Tucunica", propiedad del pintor Fernando Botero, padre de la novia. Allí, el presidente Betancur formó fila con los novios y sus padres, para saludar a cada uno de los invitados.
En medio de la música más variada, desde rancheras interpretadas por mariachis, hasta boleros tocados por un trío y que el Presidente Betancur tarareó, la concurrencia prolongó la fiesta hasta avanzadas horas de la noche y degustó un finísimo menú compuesto básicamente por caviar, salmón, paté y champaña.
Una nota simpática la constituyó el bunde tolimense que con gran estilo bailó en sacoleva el abuelo de la novia, Germán Zea. -