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LA GURU DE LAS SEPARADAS

Una cartagenera echada pa'lante escribe la cartilla para las mujeres divorciadas. El libro se vende como pan caliente en varios países.

6 de junio de 1994

ROSAURA RODRIguez es una atractiva muchacha cartagenera de 33 años, quien vive desde hace 14 en Miami. En Colombia fue conocida hace algún tiempo, cuando a los 16 años resultó elegida Virreina Nacional de Belleza y su título la llevó a representar al país en el concurso de Miss Mundo. Su posterior matrimonio y su larga estadía en Estados Unidos la fueron desvinculando gradualmente de Colombia, en donde no muchas personas recordaban su nombre.
Ahora, súbitamente, Rosaura Rodríguez ha comenzado a sonar otra vez, pero ya no como reina de belleza sino como escritora. Su recién publicado libro Bienvenida al club, va en México en su tercera edición, aparece en las próximas semanas en toda Latinoamérica y en poco tiempo comenzará a venderse también en Colombia.
Teniendo en cuenta que prácticamente ningún autor colombiano es editado internacionalmente, la publicación a nivel continental de este libro ha llamado la atención. Carece de toda pretensión intelectual y es simplemente una especie de relato autobiográfico de lo que significa para una muchacha latinoamericana una separación matrimonial. La obra, de prosa sencilla pero amena, se puede leer fácilmente en una hora y media.
Lo que ha resultado inesperado es que por cuenta de estos apuntos autobiogràficos, Rosaura Rodríguez se ha convertido en una especie de gurú de las mujeres recién separadas. La editorial Diana, de México, decidió catalogar la obra en el género de libros de autoayuda, modalidad literaria que siempre cuenta con mucha demanda pero que, por lo general, consiste en obras traducidas del inglés, concretamente de best-sellers gringos. Encontrar un libro de esta naturaleza escrito por una latinoamericana entusiasmó a las directivas de Diana y decidieron jugarse la carta de publicarlo. El agotamiento de dos ediciones en México confirmó que la mujer latina quería una versión autóctona de su problemática matrimonial, y no una adaptación de situaciones gringas. De ahí el éxito del libro.

CARTILLA PARA DIVORCIADAS
¿Pero cuáles son las recomendaciones o las lecciones de esta ex reina cartagenera que tanto le han llamado la atención a las lectoras mexicanas? Curiosamente, ninguna. El éxito de la obra ha radicado no en lo que se aprende, sino en que toda mujer divorciada que lo lee se siente plenamente identificada. Divorciarse hoy en día para una mujer es simultáneamente algo tan común pero al mismo tiempo tan extraordinario, que resulta reconfortante el sólo hecho de saber que todas las dudas, crisis e inseguridades que atraviesan, las sufren también las otras separadas. Y Rosaura Rodríguez demuestra un gran talento a la hora de definir, en forma coherente y concreta lo que, cuando se está viviendo, parece totalmente abstracto y confuso. Y tal vez el principal gancho del relato es que está hecho con gran agilidad periodística y con mucho sentido del humor.
Además de lo elocuente del título -Bienvenida al club-, la sola lectura del índice le demuestra al lector lo que le espera. Un capítulo se llama ¿Dónde carajo anda mi hada madrina'?; otro, 'Un siquiatra de poliéster'; otro más, '¿Qué hice de malo?'; posteriormente, 'De nuevo en el mercado', y ya, al llegar al final, 'Sola por elección' .
Los valores de burguesía latinoamericana están en el libro de comienzo a fin. Recordando cómo, el día de su matrimonio su madre la acompañaba emocionada al hotel donde había de tener lugar la noche de bodas, la autora afirma: "Me pareció irreal que después de años escuchándoles decir a ella y a las monjas carmelitas lo malo que era acostarse con un hombre, de pronto mi propia progenitora, me llevaba a los brazos de ese pecado que se había convertido en bendición por el simple hecho de que un hombre disfrazado con sotana nos había declarado marido y mujer".
Un capítulo bastante divertido es el del siquiatra al cual, según ella, tarde o temprano llegan todas. La terapia consiste en desahogarse con un señor desconocido de vestido de poliéster, quien oye todos los horrores que se atraviesan y quien responde, repitiendo una y otra vez, "es un mecanismo de defensa. Sólo estás tratando de evadir la realidad".
Las palabras de consuelo de amigos y allegados también son bastante familiares. Una y otra vez alguien repite: "No te preocupes, que matrimonio y mortaja del cielo bajan". Y no hay persona que, después de enterarse de que el matrimonio se acaba de terminar, no diga: "No te preocupes, eres una mujer inteligente y joven. Apenas vas a cumplir 30 años, la vida empieza para ti". Si el interlocutor es una mujer, con frecuencia agrega que se está entrando en la edad en la cual la sexualidad está en el punto más alto. Toda separada tiene una mejor amiga que le dice: "Lo dicen las revistas médicas: sexualmente los hombres son más activos entre los 15 y los 25 años; en cambio, las mujeres lo somos después de los 30. Así que prepárate". Pero no todo es placer. Cuando la separaciòn es sin hijos, como la de Rosaura, la mujer termina, inevitablemente, familiarizándose con el término "reloj biológico", expresión que casi nadie conoce antes de divorciarse.

EL MERCADO DEL USADO
El tema del sexo está tratado en una forma bastante zanahoria. Según la autora, una de las grandes dificultades es la de invertir la cronología -con la cual uno se casa por la primera vez- entre el amor y el sexo. En el libro aparece el siguiente diálogo entre la autora y una amiga:
Amiga: "¿Te acuerdas cuando éramos jovenes y nos decían que si dábamos la prueba de amor nos dejarían? Pues prepàrate, pues ahora si no la das, te dejan. La cosa es totalmente al revés".
Rosaura: "¿Y qué pasó con el romanticismo? ¿Dónde han quedado todas esas cosas maravillosas?".
Amiga: "Esas cosas todavìa existen, pero ahora vienen después. Con base en una relación sexual construyes todo el rollo de la amistad y el amor. Las cosas han cambiado, y tienes que dejar de pensar que acostarte con alguien es algo trascendenta. Tómalo como un paso más hacia una relación. Si se da, qué bueno. Y si no, pues aquí no ha pasado nada".
Mientras que las amigas recomiendan eso, la mayoría de las mujeres, sin embargo, ven en una divorciada "una plaga peligrosamente liberada". La autora afirma que las mujeres divorciadas "cuando no van anunciando peligro y perdición, entran en la categoría de demasiado vividas ".
Y los hombres, ¿qué? Con una falta de originalidad absoluta, ven a cualquier divorciada como "una persona necesitada de cariño, que lleva un letrero en la frente gritando 'urge sexo'... Además, no sé por qué asumen que a través del sexo que ellos te ofrecen, todos tus sentimientos de culpa, tu autoestima herida y tu desgastado amor propio tienen cura".
Estas experiencias vivenciales, adornadas con algo de seudosicología y escritas por una cartagenera de buena familia echada pa'lante, se han convertido en el espejo de miles de latinas recién divorciadas. Habrá que ver si cuando aparezca el libro en Colombia las compatriotas de Rosaura Rodríguez lo acogen con el mismo entusiasmo. Sin embargo, independientemente del éxito de la obra en librería, ya le apareció a Fernando Corredor, el gurú de los separados en Colombia, una contraparte femenina.