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¿Profetas o farsantes?

Los raelianos afirman que ya han clonado dos humanos, un primer paso para lograr la vida eterna. ¿De dónde viene y qué propone esta controvertida secta?

11 de diciembre de 2003

El 13 de diciembre de 1973 Claude Vorilhon, un periodista francés de bajo perfil que se especializaba en cubrir carreras de autos, tuvo lo que Steven Spielberg llamaría un encuentro cercano del tercer tipo. Ese día, según su relato, los extraterrestres lo guiaron hacia el volcán Puy de Lassolas, en el sur de Francia, para darle un mensaje que él debía transmitirle a toda la humanidad. Un ser de cara verde y pelo negro lo invitó a entrar a la nave y en un tono amistoso le reveló que la vida en la Tierra fue plantada por ellos hace millones de años, no por el azar de la evolución como se ha creído sino en forma deliberada, usando técnicas muy avanzadas de manipulación de ADN que les permitía crear seres a su propia imagen. El extraterrestre le explicó también que los humanos habían tomado a los alienígenas por dioses debido a una confusión idiomática pues en la Biblia el término Elohin fue traducido Dios, como si estuviera en singular, pero en realidad se trataba de un término en plural que significa "aquellos que vinieron del cielo". Jesús, Mahoma, Moisés y Buda fueron profetas educados por ellos y enviados a este mundo para transmitir poco a poco su mensaje y hoy viven en un planeta lejano junto con otros terrícolas ilustres ya fallecidos. Pero sin duda el momento más emocionante fue cuando le informó que, así como a Jesús y Mahoma, ellos lo habían escogido a él desde el día de su nacimiento, ocurrido en el año de 1946, como profeta de esta era y que su misión era construir una embajada en algún lugar pacífico de la Tierra para el primer contacto oficial entre seres extraterrestres y humanos, calculado para el año 2035. Sin perder tiempo Claude se hizo llamar Rael, tal como se lo indicaron los extraterrestres, y fundó el movimiento raeliano, que por tres décadas se ha dedicado a pregonar el amor libre, la paz y la emancipación de sentimientos como la culpa y el miedo para controlar la agresividad o el deseo de dominar a otros. Sus seguidores, que supuestamente ya son 55.000 en el mundo, creen que sólo criaturas avanzadas que tienen la capacidad de crear formas de vida pueden dominar la violencia interior que ha llevado a la humanidad a destruir civilizaciones enteras. "La agresión es el resultado de la opresión emocional, manifiesta Vorilhon. Si la humanidad se libera de estas represiones el resultado serán personas más benévolas y desaparecerán la agresividad y la necesidad de dominarse unos a otros". Por ese motivo uno de los objetivos de la organización es gozar la vida y aprovechar y disfrutar al máximo cada momento. Hasta hace muy poco esa filosofía era considerada inofensiva y el grupo de los raelianos se veía como una secta un tanto estrambótica, pero no mucho más que otros como los cientólogos, que no creen sino en el alma y, sin duda, mucho menos extraños que los de Heaven's Gate, cuyos miembros se suicidaron en 1997 con la firme creencia de que así podrían integrarse a una nave espacial que viajaba atrás del cometa Halle-Bopp. Los raelianos comenzaron a salir del anonimato a partir de 1997 cuando Vorilhon, inspirado con la noticia de la clonación de la oveja Dolly, decidió unirse a otros científicos en la carrera por ser los primeros en clonar a un ser humano, y junto con Brigitte Boisselier, una doctora en química y miembro del culto, fundó Clonaid. Aunque aparentemente esta misión no estaba incluida entre las especificaciones de sus amigos extraterrestres Claude Vorilhon se tomó la libertad de asumir el reto, pues creyó que estar en esa competencia era un paso muy importante para crear nuevas formas de vida y posteriormente viajar a otros planetas a implantarlas. "La clonación nos da esperanzas de ser como Elohim", dijo en una entrevista reciente a la revista Time. Según él esta es la manera de lograr la vida eterna pues a cada ser clonado se le transfieren los contenidos emocionales del ser que falleció. Vorilhon reconoce que suena a ciencia ficción pero asegura que esto es posible. Hace dos semanas, sólo tres años después de la fundación de Clonaid, Boisselier anunció que dos mujeres habían dado a luz a dos bebés clonados. Uno de ellos era una niña bautizada como Eva. La semana pasada anunciaron que en febrero tres madres darán a luz otros clones humanos. El grupo no ha permitido que organismos independientes hagan una simple prueba de ADN para establecer la veracidad del experimento y, en contravía de las normas de investigación científicas, le han pedido al mundo un acto de fe. Pero la fe es un argumento muy débil, sobre todo cuando este líder espiritual ha sido tan evasivo en las explicaciones y respuestas a los medios. En una entrevista a CNN, por ejemplo, Claude se escabulló de una difícil pregunta con el viejo truco: "El sonido está muy malo y no puedo oír nada". A raíz de la publicidad que ha recibido el movimiento raeliano ha comenzado a llamar la atención del público. La foto de Varilhon vestido en su túnica blanca ha aparecido en todos los medios. Sin embargo ha sido muy criticado, pues consideran que detrás de todas estas revelaciones e ideas idílicas lo único que hay es un líder interesado en organizar orgías y gozarse a la Orden de Angeles, un grupo de atractivas jovencitas que tienen la misión de recibir a los alienígenas en 2035. De hecho, las reuniones de dos semanas que hacen en UFOland (algo así como Tierra de Ovnis) suelen terminar en grandes orgías, en las que son comunes escenas de masturbación. Por eso sus contradictores señalan que los raelianos lo único que buscan es publicidad -que ya han logrado- y que no son más que una grotesca mezcla de Hugh Hefner y Darwin, unos niños que sólo piensan en divertirse y que se disfrazan de científicos del futuro y de profetas de un nuevo orden.