Empresas que Construyen País
Del azúcar a la energía: el nuevo rostro del Cauca
Desde los campos del Cauca, mujeres, energía limpia y sostenibilidad marcan el nuevo rumbo de una empresa que transforma la caña en oportunidades reales.
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El motor de una cosechadora resuena en los campos de Miranda, Cauca. Aquí, una mujer formada por Incauca y el SENA conduce la máquina con destreza, en una labor que hasta hace poco parecía reservada solo a los hombres. Hace parte de Mujeres Cosechando Futuro, un programa que capacitó a 28 participantes en operación agrícola pesada y vinculó laboralmente a 16 de ellas, una muestra del giro que la compañía quiere transmitir: un futuro donde la caña de azúcar no solo produce insumos industriales, sino también oportunidades que transforman vidas.
Ese mensaje estuvo presente en el anuncio más reciente de Incauca, que lanzó una nueva identidad visual que representa la evolución de la compañía y su papel en Colombia. Según su presidente, Roberto Klinger, la transformación busca reflejar el compromiso de una compañía que evoluciona junto al país. “A partir de la caña de azúcar generamos energía limpia y creamos oportunidades reales en los territorios donde estamos presentes”, señaló.
Pero el cambio de imagen no llega solo, está acompañado de resultados concretos. El bagazo de la caña, residuo de la molienda, por ejemplo, se ha convertido en insumo para la generación de energía, mostrando que la sostenibilidad es el corazón de su estrategia.
Con este recurso, Incauca cubre el 100 % de sus necesidades energéticas internas y aporta más de 32 millones de kWh al mes al Sistema Interconectado Nacional, suficiente para abastecer el consumo mensual de una ciudad como Popayán o Buenaventura. A esta apuesta se suma la producción de bioetanol, con una capacidad instalada de hasta 120 millones de litros al año, que mejora la combustión y disminuye en 74 % las emisiones de gases de efecto invernadero frente a los combustibles fósiles.

En Incauca, todo su proceso productivo se basa en un modelo de economía circular, que el año pasado permitió la producción de más de 92.000 toneladas de abono orgánico a partir de subproductos como la cachaza, vinaza, bagazo y ceniza; así alcanzar una tasa de aprovechamiento de residuos postindustriales del 94%. Estas prácticas refuerzan su compromiso ambiental y muestran cómo cada etapa del proceso productivo se aprovecha para generar valor.
En paralelo, el negocio principal del azúcar mantiene su dinamismo. En 2024, Incauca produjo 5,16 millones de quintales y consolidó un portafolio que incluye azúcar blanca, morena, orgánica y extrafina. Además de otras opciones para endulzar como Incauca Life, Incauca Life+, y las más recientes Incauca Vital con stevia e Incauca Vital con eritritol y sucralosa. Una oferta que refleja su capacidad de adaptarse a las tendencias del consumidor.
En 2024 sus exportaciones crecieron 8 % respecto al año anterior y representaron el 20,7 % de las ventas totales, con presencia en 26 países, entre ellos Estados Unidos, Bélgica, Chile y Perú.
Por otra parte, en 2024, más de 4.500 trabajadores de Incauca recibieron beneficios por 313.595 millones de pesos en salarios y beneficios, que incluyen auxilios económicos, préstamos de vivienda y programas de formación en habilidades técnicas y liderazgo. Asimismo, la Escuela Incauca, con más de 60 años de trayectoria, ofrece educación preescolar y primaria gratuita a 150 niños cada año y abre sus aulas los sábados para que los trabajadores completen estudios básicos o técnicos con el SENA. Además, su programa de becas universitarias apoya a jóvenes de estratos 1, 2 y 3, cubriendo matrícula, transporte, alimentación y acompañamiento académico.
En el ámbito deportivo, desde hace dos décadas, las escuelas de fútbol han formado cerca de 1.400 niños y jóvenes anualmente. Este compromiso con la formación se extiende a Incauca Fútbol Club, que reúne a 200 jugadores en ocho categorías, entre ellos 30 niñas en el equipo femenino. Del mismo modo, la compañía impulsa proyectos productivos con las comunidades locales, como Lo Mejor de Nuestra Tierra, el cual fue desarrollado junto a la comunidad Nasa en Miranda, produjo 78,3 toneladas de mora en 2024, un aumento del 122 % frente a 2023, y elevó los ingresos familiares en 333 %, fortaleciendo el desarrollo rural sostenible.
Esa apuesta integral permitió que la compañía mantuviera en 2025 el tercer lugar en el ranking Merco Empresas dentro del sector agroindustrial. Así, con su nueva identidad visual, Incauca busca comunicar con mayor claridad su propósito de transformar vidas con energía, reafirmando que la caña más allá de producir azúcar impulsa el desarrollo social, ambiental y económico del Cauca, Valle del Cauca y del País.
*Contenido elaborado con apoyo de Incauca


