Inspirarse: Pregúntate ¿qué es lo que quieres de la vida genuinamente? Así podrás buscar y encontrar referentes que den paso a una lluvia de ideas.
Proponer: Explora las actividades que te gustan y las que te hacen fluir de una manera natural para ver diferentes alternativas.
Explorar: Analiza cuáles de estas propuestas encajan con tus valores y principios.
Elegir: Selecciona las ideas que más se ajusten a tu esencia.
Probar: Arriésgate a probarlas en el mundo real, hablando con personas, realizando prácticas y extrayendo conclusiones sobre tus nuevas experiencias.