Andrey Nekrasov- WWF | Foto: Andrey Nekrasov- WWF

CONSERVACIÓN

Es hora de proteger las tortugas del Pacífico

Este año, 'La hora del Planeta' promueve la conservación de las tortugas marinas. Semana Sostenible habló con Luis Alonso Zapata, coordinador del programa marino costero de WWF en Colombia para saber de qué se trata la iniciativa.

12 de marzo de 2015

Por lo menos cinco de las siete especies de tortugas que han sido registradas en el mundo nacen en las playas de Colombia y regresan décadas después a depositar sus huevos en los mismos lugares en los que nacieron. Cada año las tortugas llegan al Pacífico para empezar su proceso de reproducción y meses después emprenden de nuevo un largo viaje que puede superar más de 5.000 kilómetros.  

De cada 1.000 tortugas que nacen, apenas una sobrevive y una de las mayores amenazas es la pesca incidental. Miles terminan capturadas por accidente y mueren debido a las heridas de los anzuelos. Este año, entre las actividades que promueve ‘La Hora del Planeta’ en Colombia, está la donación para el proyecto de intercambio de anzuelos en el Pacífico que busca la conservación de tortugas marinas.

Luis Alonso Zapata, coordinador del programa marino costero de WWF en Colombia, explica por qué es importante el apoyo a los pescadores para que renueven sus herramientas de pesca. 

Semana Sostenible: ¿En qué consiste el proyecto de intercambio de artes de pesca que ayuda a proteger las tortugas marinas que nacen en el Pacífico y vuelven a reproducirse?

Luis Alonso Zapata: El uso de ciertas herramientas para la pesca industrial y artesanal, como los anzuelos tradicionales tipo “J”, lleva muchas veces a que las especies capturadas no sean las que busca el pescador. En el peor de los casos, terminan con la captura de peces muy pequeños que no alcanzan a reproducirse y de tortugas que mueren debido a las heridas producidas por estos anzuelos. El proyecto de intercambio, que hace parte del programa de buenas prácticas pesqueras, consiste en la capacitación de los pescadores y el intercambio de anzuelos tipo “J” por anzuelos circulares o curvos, que disminuyen la mortalidad de las tortugas y permiten la conservación del recurso pesquero.

S.S.: ¿Cuál es la diferencia entre el anzuelo tradicional o tipo “J” y el circular?

L. A. Z.: El anzuelo tradicional es mucho más estrecho en la base, lo que lleva a que sea tragado por las tortugas y les genere la muerte. El circular es mucho más ancho en su base y no pasa fácilmente; y aunque también puede capturar tortugas, hay mayores posibilidades de soltarlas y devolverlas al mar con vida. 

S.S.: Los pescadores del Pacífico han utilizado durante generaciones los anzuelos tradicionales ¿cómo han logrado que acepten cambiar esta herramienta?

L. A. Z.: Es cierto que hay escepticismo pero una vez los pescadores comprueban que los anzuelos circulares representan más ventajas, no solo aceptan el intercambio sino que replican el programa con otros pescadores. 

S.S.: ¿Cuántos pescadores han participado en el programa?

L. A. Z.: A diciembre de 2014, un total de 395 pescadores habían sido favorecidos y 167.750 anzuelos habían sido intercambiados. Hasta la fecha no hemos tenido ninguna devolución, es decir ningún pescador ha querido volver a anzuelo tradicional “J”.

S.S.: ¿Cuándo se prendieron las alamas por el riesgo de las tortugas en el Pacífico?

L. A. Z.: Hace 15 años, debido a una reducción dramática en los nidos de tortugas del Parque Nacional Las Baulas en Costa Rica. Durante el periodo entre 1988 y 1989 se registraron 1.377 nidos y para en 2001, sólo se encontraron 68. Después de hacerles seguimiento, se encontró que las flotas pesqueras estaban incidiendo negativamente y así nació el programa de intercambio de artes de pesca en 2005. Inicialmente 10 países se unieron a la iniciativa pero en este momento solo continúan México y Colombia. 

S.S.: ¿Por qué donar a un proyecto como estos?

L. A. Z.: Un anzuelo circular cuesta tres veces más que uno tipo “J” porque es de mejor calidad y la mayoría de los pescadores de la zona no pueden darse el lujo de comprarlo. De este programa depende que puedan cambiar los anzuelos y que las probabilidades de supervivencia de las tortugas aumenten. Las tortugas marinas hacen parte de nuestro patrimonio, muchos grupos nacen en las playas colombianas y así se vayan a recorrer el mundo, vuelven para reproducirse porque generan una impronta con el lugar donde nacieron. Actualmente cinco de las siete especies de tortugas en el mundo están el peligro de extinción y con cada 1.000 nuevos anzuelos circulares que reemplacen a los tradicionales, se podría evitar la mortalidad de 70 tortugas.