Educación superior y formación para el trabajo, sistema financiero, tamaño del mercado e innovación son algunos de los pilares que le permitieron a Antioquia ubicarse en el segundo lugar del ranking general entre los 33 territorios evaluado
Educación superior y formación para el trabajo, sistema financiero, tamaño del mercado e innovación son algunos de los pilares que le permitieron a Antioquia ubicarse en el segundo lugar del ranking general entre los 33 territorios evaluado | Foto: Diego Andrés Zuluaga

Especial Antioquia

¿Cómo logró Antioquia ser el segundo departamento más competitivo del país?

Ana Fernanda Maiguashca, presidenta del Consejo Privado de Competitividad, habla en detalle de los indicadores que le han permitido al departamento alcanzar esta posición. Educación e innovación son áreas en las que se destaca.

12 de septiembre de 2022

Antioquia es el segundo departamento más competitivo del país. ¿Qué factores le permitieron llegar a esta posición?

ANA FERNANDA MAIGUASHCA: El Índice Departamental de Competitividad (IDC) evalúa la competitividad de los departamentos de Colombia a partir de 13 pilares que miden aspectos relacionados con las condiciones habilitantes de las economías, el capital humano, la eficiencia de los mercados y el ecosistema innovador. En el caso de Antioquia, en una calificación de 0 a 10, el desempeño en los pilares de instituciones (5,87), adopción TIC (6,99), educación superior y formación para el trabajo (7,06), sistema financiero (7,83), tamaño del mercado (8,12) e innovación (6,33) es muy sobresaliente, lo que le permitió ubicarse en el segundo lugar del ranking general entre los 33 territorios evaluados. Básicamente el desarrollo y la competitividad se dan porque hay dimensiones que se complementan entre sí y por eso el departamento tiene una gran capacidad de producir riqueza.

¿Cómo seguir manteniendo estos indicadores con un comportamiento positivo?

A.F.M.: Avanzar en competitividad requiere visión de largo plazo y del trabajo articulado de todos los actores (sectores público, privado, academia y sociedad civil). Por esto, es importante usar las estadísticas y la información entregada en mediciones como el IDC, para identificar los retos y fortalezas desde sus campos de acción y trabajar de manera conjunta por resolverlos. Hemos insistido en la implementación de políticas públicas basadas en evidencia que atiendan de forma directa a esas debilidades y contribuyan al cierre de brechas a nivel regional. También es necesario acompañar su ejecución con indicadores de seguimiento, para que a la luz de la información se puedan ajustar las iniciativas susceptibles de mejora, así como reconocer aquellas que han tenido éxito, y que son merecedoras de continuidad y réplica.

Hoy Antioquia es el departamento con la mejor política pública en educación...

A.F.M.: Desde el IDC destacamos el trabajo en materia de educación. En particular, hay que hablar del ascenso de siete posiciones en el pilar de Educación Básica y Media frente al año anterior. Un resultado que se explica en parte por el buen desempeño en los indicadores de deserción escolar y cobertura neta de educación preescolar, en los que avanza en 10 y 5 posiciones, respectivamente. Además, logró reducir su deserción escolar de 4 a 2 por ciento entre 2019 y 2020, y aumentar la cobertura preescolar de 67,9 a 70,3 por ciento.

Ana Fernanda Maiguashca, presidenta del Consejo Privado de Competitividad
Ana Fernanda Maiguashca, presidenta del Consejo Privado de Competitividad | Foto: Esteban Vega La-Rotta

¿Cuáles son los factores que hacen que también sea un importante generador de empleo?

A.F.M.: En este indicador cumplen un papel clave las iniciativas que buscan eliminar la segregación de grupos tradicionalmente excluidos del mercado laboral, como las mujeres y los jóvenes. Justamente, una de ellas es la Alianza Empresarial por el Empleo, liderada por Proantioquia, Comfama y Grupo Argos, orientada a la generación de oportunidades de empleo entre esta población. Adicionalmente, un elemento por resaltar es su socialización ante instancias como la Red Pro para compartir experiencias y buscar oportunidades de transferencia que permitan su escalabilidad en otras regiones del país.

¿Cómo le va al departamento en innovación y dinámica empresarial?

A.F.M.: En el pilar de innovación, Antioquia ocupa la segunda posición, por debajo de Bogotá. Puntualmente, el departamento se destaca en los indicadores de revistas indexadas en publindex y productividad de la investigación científica, en los que ocupa la quinta posición. También le va muy bien en los registros de propiedad industrial. Por otra parte, en dinámica empresarial Antioquia ocupa la tercera posición. Esto como resultado de su buen desempeño en los indicadores de participación de medianas y grandes empresas, y el de densidad empresarial, en los que se ubica primero y cuarto en el escalafón, respectivamente.

¿Cuáles son los principales retos que actualmente enfrenta la región?

A.F.M.: Antioquia cuenta con oportunidades de mejora en trámites (puesto 22). En este sentido, una estrategia que contemple la racionalización, digitalización o eliminación de trámites facilita el día a día de personas y empresas. También se registran retos importantes en los niveles de competencia en los mercados, en particular del sector terciario. Ahí se requiere identificar y atender los principales cuellos de botella que restringen el buen funcionamiento del mercado y la construcción de un tejido empresarial diverso y competitivo. También hay que revisar la sostenibilidad ambiental (puesto 24) y la educación básica y media, en donde persisten desafíos en los indicadores de puntaje en las pruebas Saber 11, docentes de colegios oficiales con posgrado y relación estudiantes-docentes.

¿De qué manera pueden aportar las Agendas Departamentales de Competitividad e Innovación?

A.F.M.: Es importante reconocer que Colombia es un país de regiones diversas, con características productivas diferentes y asimétricas. Este hecho es especialmente desafiante para los hacedores de política, en particular cuando no existe una única fórmula de desarrollo que puedan replicar todos los departamentos y que atienda de manera integral las necesidades específicas de cada población y territorio. Las Agendas Departamentales de Competitividad e Innovación apuntan de alguna manera a este objetivo, por medio de la generación de capacidades en los territorios y el desarrollo de las economías locales, a través de procesos de consenso entre todos los actores de la sociedad.

¿Qué desafíos inmediatos hay que atender?

A.F.M.: Es fundamental dar continuidad a este tipo de iniciativas en los departamentos, protegiendo su institucionalidad y avanzando en el cumplimiento de las metas trazadas en el largo plazo, más allá de la temporalidad de los gobiernos locales. Así mismo, es clave fortalecer su diseño y ejecución con métricas de seguimiento, que permitan evaluar la pertinencia y el impacto de las acciones planteadas. Finalmente, no sobra señalar el rol fundamental que desempeña el Gobierno nacional acompañando este ejercicio. En definitiva, el avance del país en competitividad requiere de la solución de las principales problemáticas desde el ámbito subnacional.