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CUENTOS CHINOS

25 de julio de 1983

La nominación y posterior elección de Li Xia Nian como nuevo Presidente chino no dejó de causar sorpresa, pues ya se le consideraba relegado del poder; catalogado como un auténtico "zorro político", tiene una largo historial al servicio de su país, tanto en la lucha revolucionaria como en el desempeño del gobierno. La carrera administrativa del nuevo Presidente se inició en 1954 cuando fue llamado por Mao, llegando a ejercer con prontitud las funciones de Primer Ministro Delegado y Ministro de Finanzas. A pesar de que Mao le tenia poca confianza, Li se hizo indispensable para el régimen, salvándose así de una serie de purgas. No obstante, su olfato político le falló en 1976 cuando Deng Xiao Ping cayó temporalmente en desgracia y Li se apresuró a atacarle, en un movimiento que el primero se encargaría de cobrar. La oportunidad se presentó en 1980 en un momento en el que Deng obligó a Li a renunciar al puesto de Primer Ministro Delegado, con el fin de nombrar a alguien de mayor lealtad. Al cabo de tres años en los que Li sólo conservó su sitio en el Politburó, su nueva promoción ha sido interpretada como un ánimo del gobierno para agradar al ala conservadora del partido y enviar el mensaje en clave de que está dispuesto a olvidar ofensas pasadas.