Home

Mundo

Artículo

ENDEREZAR LA TORRE

1 de marzo de 1999

La semana pasada comenzaron los trabajos destinados (una vez más) a lograr que la célebre
torre inclinada de Pisa vuelva a un ángulo en el cual no corra el riesgo de desplomarse. El monumento, que en
realidad es un campanario, se comenzó a construir en 1173 pero empezó a inclinarse desde que, en 1274, se
añadió su tercer piso. Terminada en 1350, la torre resistió la visita de peregrinos hasta 1990, cuando fue
cerrada ante su inminente caída. El trabajo iniciado ahora, dirigido por Paolo Heiniger, consiste en la
instalación de 12 tubos de acero que permitirán excavar en el lado norte para recuperar medio grado de
inclinación, invisible para el ojo humano. Si todo va bien la torre podría reabrirse el año próximo.