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Esposa de Zelaya encabeza protestas en Honduras

9 de julio de 2009

TEGUCIGALPA (AP) — La esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya anunció el miércoles no temer a los militares que arrestaron y enviaron al exilio al mandatario y afirmó que continuará encabezando las protestas callejeras que exigen el regreso de su marido a Honduras.

Xiomara Castro se asiló en la residencia del embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, un día después que Zelaya fue capturado por los militares y expulsado a Costa Rica el 28 de junio.

Sin embargo, salió el martes de su refugio y se incorporó a las protestas en las calles de la capital auspiciadas por el izquierdista Bloque Popular, de más de 30 organizaciones.

"No podíamos seguir escondiéndonos", dijo Castro a la AP. "Considero que mi presencia acá es como que (los manifestantes) vean al presidente (Zelaya), sienten que el presidente está firme".

Dijo que en los últimos once días sólo ha hablado tres veces con Zelaya.

"Tuve contacto el primer día (el 28 de junio, con él), y el jueves, pero fueron llamadas breves. Y ayer (el martes, hablamos) a través de un medio (Radio Globo)", añadió.

Señaló que su esposo se preocupó inicialmente porque ella estuviera con sus simpatizantes en las calles.

"El (Zelaya) creía que estábamos expuestas, él quería que estuviéramos en lugar seguro. Le manifesté que mi intención es incorporarme a las marchas. El me dijo que de alguna manera mi presencia en las marchas podía ocasionar más problemas, más persecución en la familia. Insistí, y él me dijo: si quieres hacerlo, yo te apoyo y te acompaño".

Castro sostuvo que "sé que (el general) Romeo Vásquez Velásquez (jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas) tuvo la oportunidad de matarme y no lo ha hecho... y sé también que él va a tener cuidado en no dañarme".

Por destituir a ese oficial su marido enfrentó los problemas que le ocasionaron la pérdida del poder. Vásquez se negó a apoyar a Zelaya en su intento por realizar una "consulta popular" para reformar la Constitución y Zelaya lo despidió, pero la Corte Suprema mantuvo en su puesto al militar.

La mujer dijo que "hemos vivido mucha tensión (con su esposo), pero estamos más unidos que nunca, al igual que la familia, pese a los problemas que tenemos",

Reveló que sus tres hijos Manuel, Héctor y Hortensia "están en otro lado y yo en otro lado. Esto nos ha fortalecido... y sueño con la idea de que un día estaremos juntos".

Castro, de 50 años, es maestra de educación primaria.