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Fuerzas Armadas vs. Narcos y Bacrim: ¡Peligro!

Un artículo editorial de El País de España habla sobre los riesgos de endosar a los Ejércitos la lucha contra narcos y otras formas de crimen organizado.

21 de marzo de 2012

Uno de los editoriales que publica El País de España este miércoles 21 de marzo, se refiere a lo que llaman la "contraproducente" medida de encomendar la lucha contra las bandas de narcotraficantes y criminales a las Fuerzas Armadas.
 
El artículo señala que varios gobiernos de Latinoamérica como Brasil, Bolivia, Guatemala y Honduras están siguiendo la ruta equivocada de Colombia, México y Perú, en el sentido de utilizar a sus ejércitos para hacer frente a una situación que debería estar en manos de fuerzas civiles.
 
"Que la lucha contra los narcotraficantes y otro tipo de crimen organizado sea un problema de seguridad nacional, no significa que se deba militarizar su solución… La comprensible desconfianza en unas policías muy dadas a corromperse lleva a poner la esperanza en los Ejércitos a la hora de enfrentarse a los narcotraficantes", apunta el editorial.
 
El artículo de opinión de El País de España sugiere que es indispensable separar las funciones policiales de las militares, para evitar la corrupción y una creciente politización de las Fuerzas Armadas de estos países latinoamericanos, cuyas estrategias han sido empujadas por la política estadounidense. "Quizás se requiera de cuerpos intermedios, como se ha hecho en Argentina con la Gendarmería y la Prefectura".
 
Celebran que Estados Unidos se haya mostrado dispuesto a hablar sobre la posible despenalización del consumo y producción de las drogas en la Cumbre de las Américas, que se realizará los días 14 y 15 de abril en Cartagena, pero no son nada optimistas con respecto al recorrido que pueda tener el tema en el encuentro al que están invitados los mandatarios de 34 países.
 
Lo que recomienda el editorial es que los países fortifiquen el Estado de Derecho, a través de estrategias orientadas a otorgar los medios materiales y legales para que las policías y la estructura judicial se hagan cada vez más fuerte; y evitar, en paralelo, “una nueva tentación” de hacer un mal uso de la Fuerzas Armadas.
 
Lea el editorial completo aquí.