Goya no fue

Muchos son los misterios que rodean la vida del artista español Francisco de Goya, desde sus épocas de pintor cortesano hasta sus últimos días, en los que sus obras se cubrieron de un oscuro pesimismo por la condición humana. Sin embargo la semana pasada una noticia sorprendió al mundo de la pintura. La experta Juliet Wilson-Bareau escribió en El Periódico del Arte, publicación especializada madrileña, un artículo en el que sostiene que, según recientes investigaciones, La lechera de Burdeos, una de las obras del Museo del Prado, no fue pintada por el genial sordo sino por una hija suya llamada Rosario Weiss. Esta niña, producto de la relación de Goya con su amante de sus últimos años, Leocadia Zorrilla de Weiss, fue una de las últimas compañías del maestro.