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¿Lograrán los demócratas salvar a Estados Unidos de otro mandato de Trump?

La Convención Demócrata que proclamó a Joe Biden y a Kamala Harris se salió de lo común no solo por su formato virtual. Como nunca, los oradores prácticamente le rogaron al país votar contra Donald Trump para salvar la democracia.

22 de agosto de 2020

Tras varios meses, la candidatura se hizo oficial. En marzo, justo antes del estallido de la pandemia, las primarias demócratas se definieron prematuramente cuando los rivales de Joe Biden se retiraron uno a uno y se adhirieron a su campaña. Durante ese tiempo, y a diferencia de su rival republicano, Biden optó por no realizar grandes eventos, consciente del peligro de las aglomeraciones para la salud pública. De ahí que todas las miradas se centraron en la convención virtual, la primera de la historia.

Muchos creyeron que un evento a la distancia, pero con sede simbólica en Milwaukee, Wisconsin, terminaría por debilitar al partido, históricamente caracterizado por no saldar las disputas internas entre la base demócrata y sus miembros más radicales. Pero los temores no se materializaron. A pesar del extraño formato, los demócratas se mostraron unidos como nunca. Los rostros más visibles del partido se hicieron presentes, y no solo respaldaron por completo la candidatura de Biden, sino que manifestaron su profunda preocupación por el destino de la democracia norteamericana ante el errático desempeño de Donald Trump.


Los demócratas se mostraron unidos como pocas veces. Los rostros más visibles del partido respaldaron sin ambages la candidatura de Biden y Harris, y no ocultaron su profunda preocupación por el destino de Estados Unidos con Donald Trump.

El jueves, cuando aceptó la nominación de su partido, Biden prometió poner la casa en orden. “Voy a ser un presidente que apoye a nuestros aliados y amigos, y, se lo digo claramente a nuestros adversarios, los días de coquetear con dictadores se terminaron”, dijo el candidato, quien, en medio de la extrañeza de encontrarse ante un recinto casi vacío, le aseguró al país que “podemos superar juntos esta temporada de oscuridad que ahora vive Estados Unidos”.

El discurso de su fórmula vicepresidencial, la senadora por California Kamala Harris, demostró por qué ha elevado la popularidad de Biden desde su designación hace unos cuantos días. Con unas palabras pronunciadas con fuerza y empatía, se mostró al nivel esperado y no perdió tiempo para criticar al magnate; aseveró que “el fracaso de liderazgo de Donald Trump ha costado vidas y sustento”, lamentando el elevado número de muertes que ha dejado el coronavirus en Estados Unidos en cuestión de meses.


Una gran nota de la convención vino por cuenta de dirigentes republicanos que mostraron un apoyo sin precedentes por un candidato del partido contrario. Por primera vez, el evento se realizó de manera virtual.

El expresidente Barack Obama tampoco dudó en acusar al Gobierno de Trump por la crisis social y humanitaria en la que se encuentra el país. Obama, conocido por su prudencia, rompió una regla no escrita de la política estadounidense, según la cual un exmandatario no enfila sus ataques contra su sucesor. En un discurso calificado de histórico, dijo que, cuando le entregó el poder al republicano, “Esperaba, por el bien de nuestro país, que Donald Trump pudiera mostrar algún interés en tomarse el trabajo en serio, que pudiera llegar a sentir el peso del cargo. Pero nunca lo hizo”.

Michelle Obama hizo lo propio al recalcar la incertidumbre que sienten los estadounidenses con Trump en el poder. La ex primera dama señaló que hoy “siempre que buscamos en esta Casa Blanca algún liderazgo, consuelo o alguna apariencia de estabilidad, lo que obtenemos en cambio es caos, división y una falta total y absoluta de empatía”. Al igual que los Obama, Bill y Hillary Clinton atacaron con fuerza los manejos de Trump durante su mandato.


Michelle Obama, Barack Obama y Colin Powell dieron sendos discursos en la convención.

En el fondo, todos entregaron el mismo mensaje: una reelección de Trump pondría en peligro la democracia norteamericana y hasta la paz mundial. Y reflejaron en sus palabras el peligro de que la logre. Según algunos observadores, deberían asumir una estrategia sencilla. Para Gary Jacobson, profesor de Ciencia Política de la Universidad de California (San Diego), los demócratas “han creado una coalición muy diversa, unida por su afán de derrotar a Trump. Es clave que el partido muestre que Biden y Harris están listos para liderar y gobernar”. Como dijo a SEMANA, “Trump se pega tiros en el pie con cada semana que pasa, y es probable que su estrategia hasta noviembre se reduzca a señalar los traspiés del magnate. Es clave que eviten cometer errores que puedan ayudar a Trump. Hasta ahora, lo han logrado”, agrega el experto.

La unidad reina en el partido. La convención reunió a minorías étnicas, le dio espacio mayoritario a las mujeres, y los más distantes de Biden dentro del partido incluso llamaron por su elección. Prueba de ello es que sus rivales en las primarias intervinieron sin reservas a su favor. Bernie Sanders, senador por Vermont y principal contrincante de Biden, fue uno de los primeros en hacerlo. Acérrimo defensor de las políticas públicas y conmocionado por el catastrófico manejo de Trump durante la crisis del coronavirus y las recientes protestas contra el racismo, Sanders no dudó al afirmar que “el futuro de nuestra democracia está en juego”. Elizabeth Warren, también rival de Biden en las primarias y que sonó para ser su fórmula vicepresidencial, endilgó la crisis del país “a Trump y a los republicanos que lo habilitan”.


Kamala Harris demostró por qué ha elevado la popularidad de Biden desde su designación hace unos cuantos días. Aseveró que “el fracaso de liderazgo de Donald Trump ha costado vidas y sustento”.

Precisamente, la gran nota de la convención llegó por cuenta de los republicanos que mostraron un apoyo sin precedentes por el candidato del partido contrario. El histórico espaldarazo lo ofrecieron varias figuras, como Colin Powell, ex secretario de Estado durante la presidencia del republicano George W. Bush. Powell mostró su preocupación por el peligroso límite al que ha llevado Trump las relaciones exteriores, y afirmó que Biden va a “restaurar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo”. John Kasich, exgobernador de Ohio y republicano del ala conservadora, hizo lo propio, y manifestó que “Joe Biden es un hombre para nuestros tiempos, que exigen que todos nos quitemos el sombrero partidista y pongamos a nuestra nación en primer lugar”. Durante su intervención, reiteró incansablemente que “Estados Unidos se encuentra en una encrucijada”. Y aclaró que ha sido “republicano toda la vida”, pero que eso queda en segundo lugar ante su responsabilidad por el futuro de Estados Unidos.

Para Eric Smith, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de California (Santa Bárbara), la participación de Kasich le da la vuelta a toda la contienda. El experto le explicó a SEMANA que “la campaña de Biden ya había anunciado que varios líderes republicanos prominentes hablarían en la convención para respaldarlo. La mayoría eran republicanos moderados, como Christine Todd Whitman y Colin Powell. Pero algunos, como John Kasich, son bastante conservadores. Este es un duro golpe para la campaña de Trump, porque envía el mensaje de que está bien ser republicano y votar por Biden. Este puede ser el mensaje más importante de la convención”.


Incluso, los rivales políticos de Biden afirman que el demócrata lograría recuperar el liderazgo de Estados Unidos en el mundo.

En efecto, el certamen demócrata pareció impulsar a más republicanos a hablar. El jueves en la mañana, Miles Taylor, ex jefe de gabinete en el Departamento de Seguridad Interior, afirmó que, en su segundo mandato, Trump piensa “alinearse con todos los dictadores del mundo”. Reveló barbaridades como su idea de intercambiar Puerto Rico por Groenlandia y dijo haber recibido amenazas de muerte por su “traición”.

Todos comparten que en un segundo mandato Trump no solo utilizaría cada oportunidad para provocar a sus rivales, sino que llevaría a límites peligrosos sus decisiones a nivel internacional. Por eso, el llamado demócrata fue unánime. Ante las descabelladas acusaciones de Trump de que el voto por correo está hecho para organizar un fraude contra él, les pidieron a los estadounidenses no dudar en votar, inscribirse ya para hacerlo por correo y acudir a las urnas temprano ese martes de noviembre.

Casi suplicaron varias veces a los ciudadanos para que participen en los comicios, y Michelle Obama, incluso, usó un collar con la palabra “Vote” durante su intervención. Dan por descontado que el mandatario empantanará las elecciones con sus acusaciones y el ejército de abogados que prepara para demandar los resultados en varios distritos. Solo les queda creer en la democracia y cruzar los dedos para que sobreviva esta, en su mayor prueba desde 1776.