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KHOMEINI QUIERE CRUZAR EL TIGRIS

Teherán se juega el todo por el todo: trata de conquistar a Basora movilizando un cuarto de millón de hombres

26 de marzo de 1984

Irán volvió a tomarse abruptamente las páginas de los periódicos la semana pasada. No solo porque en febrero se cumple el quinto aniversario de la masiva insurrección que derrocó al sha y desbarató su dictadura, sino porque el gobierno del ayatolah Khomeini decidió lanzar en estos días una de las más vastas operaciones militares sobre territorio iraquí, sólo comparable con las mayores jornadas bélicas de la Segunda Guerra Mundial.
Algo más de 250 mil hombres fueron movilizados, el jueves 23 de febrero por Teherán a lo largo de dos frentes de combate de 300 kilómetros: hacia el centro y el sur de la frontera con Irak, país con el que sostiene --desde la invasión de Irak a Irán en septiembre de 1980-la más sangrienta y generalizada guerra del mundo actual.
Tal conflicto, que durante un año se mantuvo más o menos empatado, a finales de 1981 había comenzado a inclinarse en favor de Irán. Tras varias ofensivas, Teherán logró sacar, meses más tarde, de casi todo su territorio a Irak, empujándolo hasta la frontera. Fue cuando este último país comenzó a decir que estaba retirando "voluntariamente" sus tropas de Irán y a pedir un cese de fuego. En realidad, fuera de las inmensas pérdidas materiales y humanas de ambas partes, el ejército de Irak ya había empezado a presentar signos de desmoralización. Miles de soldados iraquíes se rendían en el campo de batalla. Debido a eso, hoy en día Irán tiene casi 45.000 prisioneros de guerra iraquíes --7 veces el número de prisioneros de guerra iraníes en poder de Bagdad--y este último sólo conserva 560 kilómetros cuadrados de territorio iraní.
El gobierno de Irak, ante la avalancha humana que ahora ha lanzado Teherán contra ellos, tuvo que poner en acción otros 250 mil soldados. Así entre el 22 y 23 de febrero, casi medio millón de efectivos de ambos bandos se trenzaron en violenta lucha, la cual, para los expertos, es la más descomunal batalla desde la última guerra mundial.
HUSSEIN ES OPTIMISTA
Al finalizar la semana, Teherán alegaba haber avanzado 17 kilómetros dentro de territorio iraquí en la zona sur, y haber cortado en un punto la estratégica carretera entre Bagdad, la capital de Irak, y Basora, la segunda ciudad de ese país, inflingiendo "fuertes bajas" al "enemigo".
El gobierno de Saddam Hussein, quien no negó que los iranies buscaban esta vez dar una "batalla decisiva", rechazó los triunfalistas,.partes de Teherán y declaró que Irak había, más bien, "aplastado" la ofensiva.
"La victoria está a nuestro alcance": prometió por Radio Bagdad. Sin embargo, pocas horas después, y pese al intenso fuego de la aviación de Irak contra los batallones de Khomeini, las autoridades de este país tuvieron que admitir que el ejército de este último había podido llegar hasta el Río Tigris, es decir, que por primera vez desde 1980, la carretera hacia Bagdad estaba al alcance de los cañones iraníes.
Irán, de todas formas, fue severamente golpeada por los misiles de Irak, en la región pantanosa de Al Howeiza, lo que hizo decir a la agencia soviética Tass que la ofensiva iraní contra Basora--donde existen más de 50 pozos petroleros iraquies--había fracasado.
Esto indica que pocas horas después de los mayores choques en el área era imposible saber a ciencia cierta cuál de los dos ejércitos estaba triunfando realmente.
Otro elemento que ha venido a sumarse a lo anterior, y que no es el menos peligroso, es el de la actitud que estarían asumiendo Estados Unidos e Inglaterra ante la intensificación de la guerra Irak-lrán. El Presidente norteamericano declaró, a mediados de la semana, que su pais "jamás permitirá" el bloqueo del estrecho de Ormuz, por donde circula un tercio del abastecimiento petrolero del mundo occidental. Al mismo tiempo el destructor británico Clamóur y la fragata Brazen navegaban hacia tal estrecho, invocando, como Ronald Reagan, su temor de que la intensificación de los combates entre Bagdad y Teheran obligue a estos últimos a llevar a la práctica sus amenazas de cerrar la estratégica vía maritima.
El gobierno irani es conciente de que un triunfo neto suyo sobre Irak podría terminar en la directa participación en el conflicto de gobiernos como el norteamericano y el francés quienes son activos apoyadores de Hussein. Francia, por ejemplo, ha enviado recientemente algunos consejeros militares a Hussein y grandes cantidades de armas. Por eso Irán esgrime la "carta" del estrecho de Ormuz tratando de disuadir a las potencias occidentales de incrementar su ayuda a Irak.
EL PAPEL DE MITERRAND
Pero algunos críticos del régimen de los mullahs shiitas en Irán aseguran que las relaciones entre Estados Unidos, varios paises europeos y Teherán no son tan malas como lo indicaría la retórica "antiimperialista" de los gobernantes de Teherán. Se afirma que incluso se han dado numerosos acuerdos en los terrenos económico y militar entre Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania Occidental e Irán y que de esas mismas prácticas obviamente semisecretas no está excluído el mismo Israel, viejo adversario de Irak. Tal afirmación cuenta, sin embargo, con.el incoveniente de que existe hasta la fecha muy poca evidencia que la respalde y establece, además, un duro contraste con la política exterior de Teherán quien ha declarado su apoyo a organizaciones como la OLP en Medio Oriente.
Francia, además, es el poder europeo que más visiblemente respalda a Irak. En diciembre de 1982, París vendió a Hussein dos mil millónes de dólares en armas, y meses después el canciller francés, Claude Cheysson, aseguró en Bagdad que el gobierno francés continuaría ese apoyo.
Pese a la fortaleza militar del ejército de Irak, las fuerzas iranias han tomado por costumbre en cada mes de febrero lanzar ofensivas contra el invasor iraquí, logrando notables victorias, especialmente en 1982. En febrero de 1983, por ejemplo, el gobierno de Teherán dijo que parte importante de la región de Fakke, al norte, había sido liberada. No obstante, Irak, hasta finales del año pasado aún conservaba en su poder dos pequeños pueblos iranios. Ciudades fronterizas como Dizful y Abadán han sido continuamente bombardeadas a través de aviones y misiles tierra-tierra. Dizful, por ejemplo, fue atacada de esa manera 90 veces desde mayo de 1982 a octubre del 83.
Khorramshahr, otra importante ciudad que había sido ocupada por Irak, fue liberada en mayo de 1982.
Pero ello no significó el fin de la guerra. Las fuerzas de Hussein no dejaron de bombardear esa ciudad valiéndose de un inmenso cañón emplazado en Basora, a 40 kilómetros de Khorramshahr.
¿POR QUE INVADIR A IRAK?
Estas circunstancias no sólo muestran cuál era la correlación de fuerzas entre los dos Estados meses antes de la actual ofensiva de los 250 mil soldados, iraníes, sino algo más: por qué el régimen de Teherán está tratando de penetrar las fronteras de Irak. En mayo de 1982 Khomeini hizo declaraciones en el sentido de que las fuerzas iranies no traspasarian las fronteras de Irak una vez fuera liberada Khorramshahr. Pero una vez lograron los iraníes liberar esa ciudad y, pese a ello, continuaron los ataques iraquíes para Teherán quedó claro que la única forma de lograr la paz dentro de sus fronteras era yendo más allá de las de Irak y ocupando, de ser posible, ciudades claves del adversario.
Los esfuerzos actuales de las huestes de Khomeini por cruzar el Tigris y ocupar la carretera que une a Basora con Bagdad, además de apuntar hacia el bloqueo de las líneas de abastecimiento de las tropas iraquíes en la frontera sur, pretendería también destruir las bases coheteriles que golpean a Khorramshahr y Abadán y debilitar el acceso de Irak al golfo Pérsico.
Pero por lo que reportan las agencias de noticias es posible que esta ofensiva de Khomeini, con todo y el fervor que su ejército ha demostrado en esta ocasión, requiera de más tiempo del pensado inicialmente en Teherán. -