La camioneta yihadista

El plomero Mark Oberholtzer no lo podía creer: el vehículo que vendió hace tres años en Texas City terminó en manos del temible grupo yihadista sirio Ansar al-Deen. Lo comprobó en un video de propaganda que los extremistas subieron a las redes sociales en el cual se ve la camioneta con el nombre y el teléfono de su empresa de plomería. Desde ese momento, el plomero recibió cientos de llamadas, en las que muchos lo insultaron, lo acusaron de colaborar con el yihadismo y lo amenazaron de muerte. Oberholtzer aseguró que no sabe cómo su carro terminó en Siria. Por su parte, un portavoz del concesionario que compró el vehículo negó cualquier implicación y reveló que la pick-up pasó por diferentes subastas antes de terminar, en extrañas circunstancias, en Oriente Medio. Quedó demostrado que la globalización de los negocios, por lo visto, tiene efectos secundarios bastante inesperados. Y que hay que borrar los letreros al vender el carro.