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De izq. a der., el embajador de República Diminicana, Rene Santana; el vicepresidente de Honduras, Samuel Reyes; la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, el presidente de Guatemala, Otto Perez Molina; el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el canciller de Belice, Wilfred Elrington, durante una reunión que sostuvieron el sábado entes de la Cumbre de las Américas. | Foto: AP/Moises Castillo

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Presidentes centroamericanos piden que EE. UU. pague decomisos de droga

El mandatario centroamericano también pidió establecer un marco jurídico para reglamentar otros aspectos como la producción y el consumo de drogas.

24 de marzo de 2012

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, lanzó el sábado la propuesta de crear una corte regional para despenalizar el transito de la droga y pedirle a Estados Unidos que pague por el decomiso de estupefacientes.

"Por cada kilo de cocaína que sea incautado, queremos que sea compensado por países consumidores", dijo Pérez Molina durante una conferencia de prensa.

Agregó que el hecho de imponerle un pago a Estados Unidos es un acto de "corresponsabilidad", ya que el país norteamericano goza de uno de los indices mas alto de consumo de drogas.

Pérez Molina invitó a presidentes centroamericanos a discutir sobre seguridad, la lucha contra el narcotráfico y la propuesta del mandatario guatemalteco para la despenalización de las drogas.

Acerca de la iniciativa de crear una corte regional, dijo que "existiría mientras dure la lucha contra el narcotráfico que se circunscriba a delitos de narcotráfico y conexos".

En cuanto a la despenalización del transito de drogas, la propuesta incluye definir y crear un corredor de tránsito de propósito único al igual que establecer controles fronterizos para el debido registro de la droga en tránsito.

Los presidentes Laura Chinchilla de Costa Rica y Ricardo Martinelli de Panamá participaron en el encuentro.

También asistieron el vice presidente hondureño Samuel Reyes, el presidente de la SICA Juan Daniel Alemán y el ministro de Seguridad de El Salvador, David Mungia entre otros.

De la misma forma, el gobernante guatemalteco informó que se reunirían los jefes de estado próximamente en Honduras para "llevar una propuesta homogénea por parte de todos los presidentes de Centroamérica a la Cumbre de las Américas en abril".

La presidencia salvadoreña envió el viernes por la noche un comunicado informando que "luego que otros países expresaran su interés en participar en la reunión con los mandatarios centroamericanos, los gobiernos de la región programarán para una nueva fecha el encuentro que estaba previsto para mañana sábado en la ciudad de Antigua Guatemala".

Agregó que el presidente salvadoreño Mauricio Funes "estará a la espera de una nueva convocatoria". El mandatario ya ha expresado que no está a favor de la despenalización de las drogas, al igual que su colega nicaragüense Daniel Ortega.

Coletta Youngers, asesora principal del Centro de Washington sobre Latinoamérica en el tema del narcotráfico, explicó que "desde el principio se sabía que existían diferencias de opinión entre los presidentes sobre la despenalización", pero expresó que sigue siendo significativo que "algunos presidentes de la región se reúnan para discutir el tema".

Al preguntarle si la oposición a la despenalización por parte de Estados Unidos ha sido la manzana de la discordia entre los líderes centroamericanos, Youngers respondió que "es por la falta de atención y ayuda del país norteamericano que los presidentes están considerando políticas alternativas".

Pérez Molina, un general retirado del ejército, de 61 años, que llegó al poder con una campaña en la que ofrecía "mano dura" para erradicar la violencia que agobia al país, sorprendió en febrero cuando expresó públicamente su posición respecto al tema de las drogas y el narcotráfico, lo cual acaparó la atención internacional.

Afirmó que la lucha contra el narcotráfico genera costos astronómicos y que la ayuda estadounidense no ha sido suficiente para combatir el problema.

Pérez Molina ha culpado a los carteles de drogas por los altos índices de violencia en Guatemala, un país de 14 millones de habitantes invadido por las pandillas y los carteles de drogas mexicanos con una tasa de homicidios de 41 por cada 100.000 habitantes según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, casi tres veces mayor que la del vecino México.

El mismo reporte señaló que el continente americano es la segunda región más violenta después de Africa, y que países centroamericanos como Honduras y El Salvador tienen las tasas de homicidios más altas del mundo con 82,1 y 66 por cada 100.000 habitantes.