Un hombre israelí de 88 años y con varias enfermedades previas murió después de vacunarse

Un hombre israelí de 88 años murió un par de horas después de que le aplicaron la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la covid-19. Un día antes, una persona de 75 años también había fallecido por un paro cardiaco tras recibir la inyección. En ambos casos, los médicos señalaron que la vacuna no tuvo que ver con sus complicaciones médicas.

El Centro Médico Universitario Hadassah explicó que el hombre de 88 años padecía algunas enfermedades severas. En cuanto al hombre de 75 años, el Ministerio de Salud afirma que también sufría de otras enfermedades y que en el pasado había experimentado paros cardiacos.

Reino Unido fue el primer país en aprobar la vacuna de Pfizer y BioNTech. Detrás de él, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, México, Arabia Saudita, Chile, Israel, entre otros, hicieron lo mismo.

Los estudios de laboratorio de la compañía no reportaron efectos secundarios graves en ninguno de los pacientes. Hasta el momento, tanto Pfizer como Moderna aseguran que los únicos síntomas registrados de las vacunas son: dolor, inflamación y enrojecimiento en el lugar de la inyección. También han reportado que algunos pacientes sintieron escalofríos, cansancio o dolor de cabeza.

Frente a la muerte de los dos hombres, la organización de salud israelí Midaat señaló que la vacunación de las poblaciones de alto riesgo siempre podía tener casos desafortunados. “Uno no puede sacar conclusiones sobre la seguridad de las vacunas de estos casos. Pero es bienvenida la transparencia de las farmacéuticas a la hora de hacer los procesos de aprobación”, señaló.

Durante los ensayos de la vacuna Pfizer-BioNTech, seis personas fallecieron, pero solo dos de ellos habían recibido la inyección, pues a los otros cuatro se les inyectó una dosis placebo. Los laboratorios aseguraron que la muerte de las dos personas que recibieron la dosis real no estaban relacionadas con la vacunación. Uno de ellos era inmunodeprimido, lo que quiere decir que tenía las defensas bajas.

Hasta el momento, se desconoce si las vacunas pueden tener efectos a largo plazo. Sin embargo, muchos científicos y expertos en salud afirman que es poco probable con base en los estudios y experimentos que se han adelantado.

Hasta el momento, Israel ha vacunado a 650.000 de sus habitantes. Al igual que este país, gobiernos en todo el mundo tienen en marcha campañas de vacunación masiva a ritmos acelerados. Por ejemplo, Estados Unidos para el 28 de diciembre había inoculado a 2,1 millones de personas, según reportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Por su parte, Reino Unido había vacunado a 600.000 personas para el 24 de diciembre.

Además de la vacuna de Pfizer-BioNTech, los países están empezando a aprobar otros desarrollos. Estados Unidos y Canadá han aprobado la de Moderna, y la Unión Europea tiene una cita el 6 de enero para hacer lo propio. Asimismo, el Reino Unido autorizó hoy la de Oxford-AstraZeneca.

Por otro lado, la Sputnik V producida por el Instituto Gamaleya de Rusia ha sido aprobada en su país de desarrollo y tiene una autorización de uso de emergencia en Bielorrusia y Argentina. La vacuna china de Sinopharm solo ha sido aprobada en los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y en China.

Mientras tanto, la pandemia no da tregua en el mundo. Según la Universidad Johns Hopkins, se han identificado más de 82 millones de casos y de ellos más de 1,8 millones de personas han muerto. Los países más afectados son: Estados Unidos, India, Brasil, Rusia, Francia, Reino Unido y Turquía.

El aumento de los casos ha llevado a los gobiernos a imponer de nuevo cuarentenas estrictas e incluso restricciones de viaje. Este es el caso de algunos países de la Unión Europea como Francia, Italia y Alemania. Estados Unidos también padece un rebrote que está presionando a los servicios de salud.