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| Foto: JEP

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"Nos mantuvieron encadenados a un árbol durante muchos años": Íngrid en la JEP

La ex candidata presidencial le relata a los magistrados de la Sala de Reconocimiento lo que vivió, antes, durante y después de su secuestro.

24 de octubre de 2018

Tres meses después de que 31 ex jefes guerrilleros -entre ellos Timochenko- se presentaron en el nuevo tribunal para ratificar su compromiso con el Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, los magistrados de la Sala de Reconocimiento comenzaron a escuchar los relatos de los colombianos que durante años sufrieron el flagelo del secuestro. 

El lunes, los testimonios de Alan Jara, Sigifredo López y el general (r) Luis Mendieta empezaron a alimentar el proceso que la JEP abrió en julio pasado contra los exintegrantes de las Farc por secuestro. Esta mañana, la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt hizo lo mismo. "Yo acuso a las Farc de tortura psicológica contra mí y mi familia", dijo en su testimonio, mientras narraba los primeros días del secuestro que duró más de seis años.

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"Cada uno de nosotros habíamos guardado objetos que tenían un significado especial, los míos los guardaba en frascos para tener una conexión con el mundo exterior, con nuestras familias. La guerrilla hacía requisas para quitárnoslo y no devolvérnoslo", relató.

"Nos ponían apodos insultantes y nosotros luchábamos para convencernos de que seguíamos siendo seres humanos dignos de respeto", contó entre lágrimas. Betancourt reconoció lo difícil que era para ella recordar los momentos que vivió en poder de una guerrilla a la que describe como machista y misógina. "A mí me daban menos rollos de papel que a mis compañeros hombres. Por esa razón terminaba rompiendo la ropa que me daban y usaba un pedazo", detalló.

"A nosotros nos mantuvieron encadenados a un árbol durante muchos años y también con otros compañeros. La maldad iba hasta el punto de que las cadenas las escogían. Había livianas para aquellos que querían premiar y había muy pesadas para las mujeres y en especial para mí", dijo. De acuerdo con su testimonio, la guerrilla los hacía caminar en esas condiciones arriesgando la vida de todos. "Caminar en la selva encadenados era una pena de muerte", agregó.