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| Foto: Fotomontaje SEMANA

CRIMEN

El llamado de Claudia Johana que no sirvió para evitar su trágico final

Ella ya había advertido que Julio Alberto Reyes, su expareja y quien finalmente terminó asesinándola, la había amenazado y maltratado. Además, tenía antecedentes de homicidio y porte de armas.

11 de abril de 2017

Claudia Johana Rodríguez nunca encontró la protección que buscaba. Los momentos angustiosos de su secuestro y homicidio dentro del Centro Comercial Santa Fe, en Bogotá, tenían un trasfondo de violencia intrafamiliar que Claudia ya había denunciado.

Ella ya había advertido que Julio Alberto Reyes, su expareja y quien finalmente terminó asesinándola, ya la había amenazado y maltratado. Claudia Johana, quien tenía 41 años, incluso contaba con una medida de protección que no le sirvió de nada.

Lo grave del asunto, es que no era la primera vez que Reyes intentaba acabar con la vida de alguien. Ya había asesinado, ya había estado en la cárcel y recuperado su libertad por decisión del Juzgado 1 de ejecución de penas de Bogotá.

Este hombre de 42 años era oriundo de Cali pero no siempre vivió allá. La primera vez fue capturado en 2006 cuando residía en Quibdó (Chocó), a raíz de un crimen que había perpetrado en Bogotá. Ocurrió el dos de mayo y, por las circunstancias, pareció una premonición de lo que pasaría once años después con Claudia Johana.

Esa noche del año 2006 cuando ya casi eran las nueve, Reyes llegó al Centro Comercial Bachué II, caminó hasta el local 121 para entrar al Bar Combo Combo. Apuntó su arma contra su esposa de ese entonces María Margarita Acosta y sus hermanos Paola y Carlos Eduardo, y contra Omar Leonardo Díaz, quien era amigo de la familia.

Su esposa Margarita no murió, quedó herida, pero Paola y su amigo Omar no corrieron con la misma suerte.

En el caso de Claudia Johana aún quedan muchas preguntas por responder. Una de ellas es sobre la protección que recibía de las autoridades. El general Jorge Nieto, director de la Policía, aseguró que se encuentran haciendo la trazabilidad de los hechos para descubrir dónde estuvo la situación que pudo prevenir este hecho.

Lo que sí se ha afirmado es que Claudia y Julio tenían un hijo en común y que ella conoció a Julio cuando él estaba en la cárcel, por tanto sabía de sus antecedentes. "Ya es un síntoma de revictimización decir que ella conocía los antecedentes del señor porque lo conoció en una cárcel, que fue lo mismo que pasó con Javier Velasco en el caso de Rosa Elvira Cely cuando el Distrito salió a decir que ella se había buscado su propia muerte por salir a sitios oscuros con esta persona", dijo a Semana.com Gloria Stella Díaz, concejala de Bogotá y coautora de la ley de feminicidio.