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A LA GUILLOTINA CON GUSTAVO GÓMEZ

"Asumir el sufrimiento físico es cristiano"

Monseñor Hernán Salcedo, vicario del Opus Dei en Colombia, habla del poder de la Obra, de las críticas a la misma desde la literatura y el cine, y de la autoflagelación que practican sus miembros.

5 de septiembre de 2009

El director Roland Joffé comenzó a rodar una película sobre Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, y en pocas semanas estará en librerías El símbolo perdido, nueva novela de Dan Brown, quien retrató duramente a esta prelatura en El Código Da Vinci. A propósito de lo uno y lo otro, y de todo lo demás, se acerca a 'La Guillotina' monseñor Hernán Salcedo Plazas, vicario regional de la Obra en Colombia. Pequeño ABC del Opus Dei, incluida la V de Velásquez… pero no tanto la U de Uribe.

GUSTAVO GÓMEZ: ¿Está preparado el Opus Dei para ver a su fundador en el cine?

HERNÁN SALCEDO: El cine es un arte que muestra a grandes figuras. Es lógico que también presente a santos ejemplares, y eso nos alegra.

G.G.: Antes de santo, Escrivá fue hombre. ¿No temen que la película revele sus debilidades?

H.S.: La vida, como él decía, está hecha de victorias y derrotas, y hasta el último instante tendremos defectos.

G.G.: Muchos de sus críticos aseguran que fue cercano a quienes ejercieron con mano dura el poder. ¿Qué tanto lo fue de Franco y Pinochet?

H.S.: A Pinochet no lo conoció directamente. A Franco, sí. Algunas veces hablaron, pero san Josemaría no vio a Franco ni a nadie como una manera de ascender. Hablaba con la gente como lo que era: sacerdote de Cristo.

G.G.: ¿Es el Opus Dei el que busca al poder o es el poder el que busca al Opus Dei?

H.S.: En cierta ocasión, hablando Juan Pablo II con el sucesor de san Josemaría, don Álvaro del Portillo, le dijo que el Opus Dei tenía mucho poder. Don Álvaro le contestó: "El único poder que tiene el Opus Dei es el de la oración", y el Papa le dijo: "¡A ese, a ese me refiero, al poder de la oración!".

G.G.: ¿El Presidente les hizo un guiño nombrando en Palacio a César Mauricio Velásquez, uno de sus miembros?

H.S.: Me parece que no. Nunca he hablado personalmente con el Presidente. Alguna vez tuvo el gesto de mandarme unas letras en un aniversario de nuestra fundación. Si hubiera querido hacer ese guiño, habría buscado el modo de que me enterase.

G.G.: ¿Les molestó cuando Velásquez se vio involucrado en reuniones con personajes al margen de la ley?

H.S.: La responsabilidad de esas situaciones depende de la actuación libre, profesional, de cada uno.

G.G.: ¿En el corazón del Opus Dei hay lugar para Lina de Uribe?

H.S.: Ella sí que ni mensaje escrito me ha mandado. Jamás hemos hablado. Rezo por personas que, como ella, están en posiciones importantes y pueden hacer el bien.

G.G.: ¿Qué tanto reza por la Ministra de Comunicaciones?

H.S.: Tanto como por todo el mundo. Ella tampoco es del Opus Dei, aunque conoce nuestra labor y a algunos de los sacerdotes de la Prelatura.

G.G.: ¿Y Andrés Uriel Gallego?

H.S.: Tampoco.

G.G.: ¿Así de solo está en el gobierno César Mauricio Velásquez?

H.S.: En esas esferas únicamente él y el comandante de la Armada, el almirante Guillermo Barrera, son del Opus Dei.

G.G.: La posición del Opus Dei es la de la Iglesia, pero debe haber matices. ¿Qué opinan, por ejemplo, de los derechos legales de las parejas homosexuales?

H.S.: El Opus Dei no tiene doctrina propia, ni siquiera teológicamente sigue una escuela. Hay aquí libertad teológica, filosófica y política. En ese sentido, los respetamos como personas humanas. La distinción entre hombre y mujer es un don de Dios orientado al amor humano, al matrimonio, a los hijos. Qué hay que hacer con estas personas: ayudarles a descubrir la verdad del plan de Dios.

G.G.: ¿Y si insisten en vivir en su ley?

H.S.: La verdad siempre es la mejor luz. Hay que ahogar el mal en abundancia de bien. Pero no se puede decir que algo que destruye a la persona humana o a la sociedad es algo bueno.

G.G.: ¿El voto de castidad se exige de personas que no son sacerdotes?

H.S.:
Los votos son compromiso propio de los religiosos, pero tenemos personas que por vocación divina viven el celibato apostólico, son los numerarios y los agregados. Se mantienen célibes para dedicar sus energías a sacar adelante la labor que Dios les encomienda.

G.G.: ¿Fomentan ustedes la mortificación física?

H.S.: Asumir el sufrimiento físico desde el amor, es cristiano. Muchas personas se privan de tomar un café o de comer un bizcocho pensando en los que no tienen nada y así los acompañan en su sufrimiento físico de hambre. Lo hacen con la maravillosa intención de la solidaridad.

G.G.: Fernando Quiroz en su novela sobre el Opus Dei, 'Justos por pecadores', habla de esa mortificación a través del uso del silicio. ¿Exagera?

H.S.: Hay mortificaciones corporales que se han tenido en la Iglesia desde siempre; llámense silicio, llámense disciplinas. A veces están exageradas por quienes quieren presentarlas como una cosa espectacular. Hay quienes las hacen en la vida cotidiana por guardar la línea o verse más esbeltos, y se someten a dolorosas operaciones que modifican su cuerpo, pero nadie los señala. Una minoría del Opus Dei se somete a mortificaciones, libremente, porque quiere unirse al dolor de Cristo.

G.G.: ¿Quiroz firmó un buen libro?

H.S.: Leí un resumen. Comprendo que personas como él por algún motivo no se hayan sentido bien tratadas en el Opus Dei y que, pasado el tiempo, manifiesten esa inconformidad. Alguien del Opus Dei pudo haber perdido la paciencia y maltratado a otro, pero no porque sea de la Prelatura.

G.G.: En 'El Código da Vinci', de Dan Brown, el personaje más atormentado es del Opus Dei. ¿Sus prácticas reflejan las de la Obra?

H.S.: De ninguna manera, porque ignoran qué significan la penitencia y la mortificación cristianas.

G.G.: ¿Qué opina de 'El Código Da Vinci'?

H.S.: Desde le punto de vista de la trama de intriga, el libro está mejor escrito que realizada la película, que es monótona y tediosa. Usa la ficción para tender un manto de sospecha sobre el Opus Dei.

G.G.: En pocas semanas Brown publica un nuevo libro. ¿Sabe si vuelve a emprenderla contra ustedes?

H.S.: No tengo la menor idea. Del libro no se sabe nada.

G.G.: ¿El Opus Dei prepara libro en Colombia?

H.S.: Sí, será una colección de testimonios de personas que reflejan en su vida el espíritu de la Obra. Planeta ha ofrecido editarlo y distribuirlo.

G.G.: Planeta es la misma editorial del libro de Quiroz. ¿Le estarán prendiendo una vela a Dios y otra al diablo?

H.S.: Francisco Solé vino a almorzar conmigo acompañado de su señora y de su hijo. Vimos un video de algunas tertulias de san Josemaría y a él le gustó. Salió el tema de esa línea de testimonio que tiene Planeta y quedó planteado el libro.

G.G.: ¿Cómo se entra al Opus Dei?

H.S.: Al Opus Dei pertenecen las personas que Dios llama. Sólo se necesita tener vocación y un trabajo honrado. ¿Sabe que muchos se han puesto en contacto con nosotros por El Código Da Vinci? Lo leen y quieren saber más del Opus Dei. Hay mil maneras de entrar en contacto con la Obra.

G.G.: ¿Incluso haciendo una entrevista?

H.S.: Claro que sí.

G.G.: Caramba…