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Juan Guillermo Monsalve y Álvaro Uribe
Juan Guillermo Monsalve y Álvaro Uribe | Foto: SEMANA

JUSTICIA

Atención | Juan Guillermo Monsalve no quiso hablar con la Fiscalía por el caso Uribe

El testigo estrella en ese expediente se negó a asistir a la cita en el búnker. El fiscal Jaimes deberá tomar la decisión de pedir la preclusión o acusar al exmandatario sin poder oír al hombre cuyo testimonio fue fundamental para que la Corte Suprema llamara a Álvaro Uribe al proceso penal.

25 de febrero de 2021

La Fiscalía deberá tomar la primera decisión clave del caso Uribe sin oír al testigo estrella. El ente investigador había citado a todos los protagonistas de ese voluminoso expediente y por eso, en las últimas semanas, todos han ido a cumplir su cita para esta nueva fase del proceso. El único que no lo hizo fue Juan Guillermo Monsalve, quien hasta ahora se considera el testigo clave contra el exmandatario. El hombre, condenado a más de 40 años de cárcel, prefirió evitar la cita con la Justicia.

“En ocasiones el poder puede llegar a confundirse con la verdad”, comienza diciendo Miguel Ángel del Río, quien asumió la defensa de Monsalve. “Nunca antes se habían alineado tantos poderes en el caso de un individuo como en el caso del testigo Juan Guillermo Monsalve”, agrega. El abogado asegura que ad portas de que la Fiscalía tome una trascendental decisión sobre el expediente del exmandatario, todos los intereses gravitan sobre este preso. “Por eso la presión indiscriminada contra él. Presión de todo tipo para que haya una declaración donde la Fiscalía pueda acorralar al testigo para que diga lo que quiere escuchar para justificar la preclusión”, concluye Del Río.

Escuche a Miguel Ángel del Río, abogado de Juan Guillermo Monsalve

La situación de Monsalve ha tenido un giro en los últimos meses y una cita con la Fiscalía podría dilucidar todas las polémicas en las cuales se ha visto envuelto. En la defensa de Uribe su inasistencia no genera sorpresa, pues ellos consideran que son tantas las contradicciones y mentiras que ha dicho, que se harían evidentes en un interrogatorio.

En la Corte Suprema su declaración también fue polémica, pues a la defensa del expresidente nunca le dieron la posibilidad de contrainterrogarlo. Y porque se conoció que durante la diligencia, Monsalve siempre recibió un trato laxo de parte de los magistrados que lideraron la diligencia. Por ejemplo, cuando Monsalve le relató a la magistrada Sandra Yepes que había sufrido amenazas y que se había comunicado con “don Iván” (el senador Iván Cepeda), quien le ayudó para que no lo trasladaran de cárcel, la jurista le contestó que tenía razón en su preocupación porque “Allá es un infierno”. La cita en esa oportunidad tuvo lugar el 23 de febrero de 2018 desde la cárcel La Picota y el testigo habló sin ningún problema durante más de tres horas. Cuando esto se hizo publico, el expresidente Uribe enumeró en un trino las críticas que tenía frente a este testimonio.

La situación ante la justicia de este hombre condenado hoy es diferente a la de hace unos años, cuando sí aceptó hablar por horas en contra de Uribe en la Corte Suprema. El búnker tiene ya en su poder el material que le fue incautado en su celda, un celular y siete sim cards que están en proceso de legalizarlas: de las 7, hasta ahora ha hecho esa diligencia con dos y pronto las otras cinco entrarán al expediente.

Escuche a Jaime Granados hablar sobre Juan Guillermo Monsalve

Con esta nueva información, seguramente la justicia podrá hacerle nuevas preguntas a Monsalve. Hay un punto en esas sim cards que genera especial atención. Se trata de las supuestas conversaciones que existirían entre Monsalve y el senador Iván Cepeda. La semana pasada, la defensa de Uribe denunció al congresista por destrucción de material probatorio, pues el senador aseguró que se le habían borrado de su celular los chats con ese testigo. Se espera que con las sim cards ya en poder de la Fiscalía se conozcan sus chats, el registro de llamadas, las conversaciones por WhatsApp y los diálogos que tuvo desde su sitio de reclusión.

Monsalve tiene otros puntos que aclarar en la investigación. Uno de ellos tiene que ver justamente con esos privilegios carcelarios que habría obtenido, a juicio de la defensa de Uribe, por cuenta de colaborar con el senador Cepeda en este proceso. En un operativo realizado en enero de 2020, el Inpec encontró en la casa fiscal donde este se encontraba, licor, computadores, videojuegos y celulares. Monsalve tenía este lugar en la cárcel por cuenta de que supuestamente había sufrido atentados y amenazas en otros patios de la cárcel. La Corte Suprema aseguró que no podía ser trasladado debido a esos problemas de seguridad, a pesar de que había infringido las normas del penal al tener estos celulares en su poder.

En la Fiscalía, Monsalve tiene otro asunto que explicar. Se trata de la finca que está a nombre de su expareja Deyanira Gómez y de su madre. Esta propiedad es importante, porque Enrique Pardo Hasche, otro de los testigos en el caso, en entrevista con este medio, contó que a Monsalve le habían dado una finca en medio de todo el proceso, presuntamente, para hablar en contra de Uribe Vélez. Gómez había dicho ante la Corte que era la dueña de la finca y que algunos miembros de la familia de su marido están viviendo allí.

Todos esos procesos que para la defensa de Uribe demostrarían que Monsalve no es un testigo confiable, para la defensa de Monsalve lo que demuestran es que la Fiscalía busca acorralarlo. Por eso, han dejado saber que él sí asistirá, pero no en esta fase del proceso, sino solo en la eventualidad de que Álvaro Uribe llegue a juicio.

Monsalve llegó al proceso de Uribe por Iván Cepeda. En el testimonio que el senador le entregó a la Corte Suprema aseguró que lo conoció en septiembre de 2011. “Él solicitó mi presencia en la cárcel de Cómbita y allí me pidió que grabara una declaración que él quería se le hiciera llegar a la Fiscalía General de la Nación. En esa declaración, el señor Monsalve, en resumidas cuentas, dijo que él y su familia habían llegado a esta propiedad al parecer durante los años 80 y que allí (en) la hacienda Guacharacas se habría conformado un grupo paramilitar en el cual estaban involucrados los señores Uribe Vélez, los señores Luis Alberto y Juan Guillermo Villegas Uribe y el señor Santiago Gallón Henao”. En entrevista con María Isabel Rueda, Cepeda cuenta que visitó en la cárcel a Monsalve nueve veces.

Como se recordará, por cuenta de esas visitas y de los debates que hizo Cepeda en el Congreso, fue primero el expresidente Uribe quien denunció a Iván Cepeda, pues sostenía que el senador buscaba acomodar testigos para fabricar procesos contra él. El expediente contra el exmandatario se inició en febrero de 2018 cuando la Sala Penal de la Corte Suprema compulsó copias para investigar al expresidente. Esa fue la famosa decisión bumerán, pues llegó como resultado de la denuncia que Uribe había formulado contra Iván Cepeda por presunta manipulación de testigos. Tal radicado invirtió los roles: Cepeda fue absuelto y pasó a ser víctima, mientras que Uribe pasó de denunciante a investigado.

En pocos días el caso de Álvaro Uribe también podría tomar un giro si la Fiscalía decide pedir la preclusión y acusarlo.