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Juan Pablo Posada es el suplente del gerente general de la empresa Green Patcher SAS. | Foto: Archivo SEMANA

CONTRATO

El actor que insiste en tapar huecos de Bogotá

El 'Chuli’ de ‘Francisco el matemático’ reitera que su empresa arreglará 220.000 huecos este año, un tiempo récord.

21 de febrero de 2014

Juan Pablo Posada reconocido años atrás como el ‘Chuli’ de la serie ‘Francisco el matemático’, protagoniza hoy la novela del momento. Quizá con poca experiencia en los temas de contratación pública se hizo representante legal de Green Patcher SAS, la empresa encargada de tapar los 220.000 huecos de la malla vial local de Bogotá y a la cual se le adjudicó un contrato por cerca de 12.000 millones de pesos.

¿Cómo un actor termina involucrándose en un contrato de esta naturaleza? Posada no es ingeniero, ni administrador de empresas y no tiene una profesión relacionada ni con obras civiles ni con el mundo empresarial, pero él asegura que siempre tuvo alma de empresario y, a pesar de que la gente lo reconoce por su paso por la televisión, se dedicó a otras cosas durante su vida actoral, porque la inestabilidad de la profesión se lo exigía.

La historia empieza cuando conoció a Antonio Fernández, presidente de Green Patcher Latinoamérica, quien siempre se había interesado en traer las máquinas ‘tapahuecos’ a Colombia y otros países de Latinoamérica. Entonces, Posada conoció la tecnología, persiguió la idea de importarla al país y desde ese momento empezó exponérsela al Distrito.

“Conformé la empresa el año pasado rápidamente con cinco millones de pesos, pero luego se la cedí a los dueños originales, que son los exclusivos para trabajar con la máquina Velocity Patching UK y Green Patcher Latinoamérica. Luego, llegaron dos máquinas a puerto que iban a México y una de esas decidimos traerla a Colombia para mostrarla”, explicó Posada a Semana.com.


Es decir, Posada constituyó la empresa para importar equipos de alta tecnología para el parcheo de vías en Bogotá para luego ceder la empresa a las multinacionales Green Patcher Latinoamérica y Velocity Patching U. K., quien a la postre obtuvo un millonario contrato con la Unidad de Mantenimiento Vial 11.822 millones de pesos para tapar los huecos de la capital en un plazo de seis meses, un tiempo considerado récord por quienes suscribieron el contrato.

Juan Pablo Posada fue el encargado de hacer el trámite de constitución de la firma que nació con un capital suscrito de cinco millones de pesos. El actor se convirtió en el suplente del gerente general, el alemán Degenhardt Volker Dietrich.

A pesar de que el alcalde Gustavo Petro inauguró la máquina ‘tapahuecos’ el 30 de diciembre, 48 días después no han arrancado. Según Posada, los medios cuestionaron tanto esta maquinaria, al punto de que ninguna aseguradora quiso darle la póliza y por esto es que se ha retrasado la obra. Sin embargo, asegura que en menos de un mes empezarían a tapar los huecos en tiempo récord.

Aun cuando fue el propio Posada el que firmó el millonario contrato con el Distrito, en la mañana de este viernes en diálogo con BluRadio, no quiso referirse a temas contractuales ni tampoco pudo explicar por qué el Distrito se lo entregó a ‘dedo’ bajo el ropaje de ciencia y tecnología. Todavía en el país queda la sombra sobre la cual se edificó el programa Agro Ingreso Seguro, que tenía también ese mismo concepto.

Este es uno de los puntos más cuestionados del contrato ‘tapahuecos’, pues era una obra civil de parcheo que, según la ley de contratación pública, debió haber pasado por el cedazo de la licitación.

Cabe recordar que cuando se conoció el contrato, Semana.com habló con Hugo Alejandro Mora, abogado de Moncada Abogados, y con Diana Espinosa, presidenta de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (expertos en contratación), quienes coincidieron en que era inadecuado el tipo de contrato hecho con Green Patcher S.A.S., pues según ellos, el parcheo es una obra civil y todas las obras deben hacerse bajo el modelo de licitación pública.

Además, que no hay contrato de ‘ciencia y tecnología’ porque no se está desarrollando ningún producto novedoso y no hay transferencia tecnológica, pues es prácticamente un alquiler de las máquinas y el Distrito no se quedará con ellas para continuar aplicándola, ni hará apropiación de la tecnología empleada.

El futuro de la obra se empieza a empañar, pues esta semana la Veeduría y la Contraloría Distrital declararon ilegal el contrato. Además, el único hueco que taparon en la inauguración tiene un hundimiento que pone en duda la capacidad de la máquina, por lo menos, en la Bogotá. Posada, el actor que insólitamente volvió a tener recordación por este asunto, pidió este viernes un plazo prudente para iniciar labores y entregar resultados. Aseguró que su empresa era “seria y responsable”.

La última palabra la tiene el alcalde Gustavo Petro, quien deberá analizar las posibles anomalías del caso y tomar las respectivas decisiones.