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FARC liberaron a los dos soldados secuestrados en Arauca: César Rivera y Jonathan Díaz | Foto: Archivo SEMANA

PROCESO

El país espera ahora la liberación del general

Tras la entrega de los dos soldados en Arauca, exigen a las FARC soltar al oficial y a sus acompañantes.

25 de noviembre de 2014

Tras la puesta en libertad de dos soldados en Arauca los colombianos dirigen ahora su mirada al otro extremo del país, al departamento del Chocó, con la ilusión de que las FARC cumplan su palabra y entreguen al general Rubén Darío Alzate y a sus dos acompañantes de plagio: una civil y otro soldado.

Partidos políticos, organizaciones defensoras de derechos humanos, analistas, entre otros sectores, exigieron a la guerrilla soltarlo en el menor tiempo posible. La expectativa es enorme porque de este paso vendría la consiguiente reanudación de los diálogos de paz en La Habana, Cuba, entre ésta guerrilla y el gobierno Nacional. Las conversaciones, por ahora, están en el limbo. El presidente Juan Manuel Santos se ha mostrado categórico: mientras el alto oficial no esté con su familia, el proceso en búsqueda de una salida negociada al antiquísimo conflicto armado que desangra al país sigue frenado.

Por eso, la trascendencia de que las cosas en Chocó salgan de la misma manera que en Arauca. Después de unos días aciagos, el gesto de esta mañana en el oriente del país se convirtió en una luz de esperanza para todos. De hecho, las FARC afirmaron que a partir de ahora “enfocarán sus esfuerzos” en la liberación del general Alzate y dos acompañantes, tras concretarse la entrega de los dos soldados plagiados en Tame, Arauca.

En un comunicado fechado en La Habana, los negociadores de paz del grupo insurgente resaltaron que los soldados César Rivera y Jonathan Díaz, secuestrados el pasado 9 de noviembre y liberados este martes, fueron entregados “sanos y salvos” y “sin novedad”.

“Las FARC han cumplido con los propósitos de la primera fase del Acuerdo Humanitario Especial, y a partir del momento enfocarán sus esfuerzos en la liberación del señor General Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, y de sus acompañantes, el suboficial José Rodríguez Contreras y la abogada Gloria Urrego”, indica la declaración.

“Esperamos que los operativos dirigidos por el Ministerio de Defensa y el sitio militar contra la población civil, se suspendan de inmediato, para que la liberación de las personas mencionadas, trascurra sin sobresaltos y sin riesgos para ninguna de las partes”, añade.

La entrega de los dos soldados se produjo hoy en una operación humanitaria a cargo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), según informó el Ejército colombiano. Las FARC, por su parte, señalaron que en la misión humanitaria también participaron representantes de Cuba y Noruega, países garantes del proceso de paz que el gobierno colombiano y los insurgentes mantienen en La Habana desde 2012.

El gesto de la mañana de este martes abre una esperanza de que las conversaciones iniciadas con las FARC hace dos años vuelvan a su cauce. Esto porque la noche del lunes se cerró con un enorme pesimismo alimentado por las mutuas acusaciones entre Gobierno y FARC de torpedear la liberación del general Alzate. El líder máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', denunció en un comunicado que la suspensión de la actividad militar necesaria para la entrega no se estaba cumpliendo. Además, acusó a Santos de organizar “paralelamente una operación militar” para recuperar a los secuestrados a través de un rescate.

“Como sucede con la mesa (de diálogo) y el proceso, Santos pacta los protocolos, pero insiste en arrebatar por la fuerza los prisioneros, obstaculizando objetivamente el cumplimiento de aquellos. Es decir, viola nuevamente lo pactado”, dijo el número de la guerrilla.

Para 'Timochenko', hay soldados que realizan “sobrevuelos, bombardeos y ametrallamientos” que “crecen en ferocidad” cada día.

“Se insiste en un rescate por la fuerza, quizás en precipitar una desgracia que ninguno desea. Esa es la verdadera catadura del régimen. No hay que llamarse a engaños, Santos juega a lo mismo”, denunció.

En la misma mañana, los negociadores de las FARC en La Habana aseguraron desde Cuba tener conocimiento de que el Ejército, a través de un “ruidoso operativo” que incluía “choques terrestres con la guerrilla” y pidieron al Gobierno “prudencia y sindéresis para no obstruir la liberación”.

A ellos les respondió el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, que desmintió cualquier intento de rescate y aclaró que el despliegue militar solo busca proteger a la población.

“Lo único que estamos realizando en el departamento del Chocó son operaciones de control territorial y de seguridad de los habitantes por estos grupos terroristas y en particular de las FARC, que operan en la zona”, afirmó el viceministro.

Bedoya explicó que hasta que la guerrilla no facilite las coordenadas geográficas para la entrega no se puede suspender la actividad militar, y criticó que el grupo subversivo ponga estas “excusas” para no liberar a los secuestrados pues, indicó, las FARC conocen cómo funcionan estas misiones.

En este panorama, el general Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, esperaban su libertad. Por eso, todo el país mira hacia el departamento del Chocó. Fuentes gubernamentales le dijeron a Semana.com que tan pronto se produzca la liberación de estas tres personas, el presidente Santos ordenará el viaje de su equipo negociador a La Habana.