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Henry Castellanos Garzon. "Romaña". Caras Foto:León Dario Pelaez. Ene 99 | Foto: Revista Semana

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Exclusivo: fueron 12 los mercenarios que entraron a Venezuela para matar a Romaña

Uno de los infiltrados, que asegura no le pagaron la recompensa, le contó a SEMANA cómo fue el operativo con el que dieron de baja al sanguinario cabecilla de la Segunda Marquetalia.

10 de agosto de 2022

En Colombia, los hombres de la Segunda Marquetalia corrían riesgo, las autoridades les pisaban los talones y por eso Venezuela se convirtió en su refugio; allá estaban cómodos, traficaban droga a sus anchas y estaban protegidos por el régimen de Nicolás Maduro y la Guardia Bolivariana.

Asegura un infiltrado que estuvo por más de un año cerca de Henry Castellanos Garzón, alias Romaña, que desde Colombia se dio la orden para asesinarlo a cambio de una jugosa recompensa.

“Claro, éramos siete colombianos y yo. Dos están en Ucrania, los dos de los comandos. Los otros dos, uno está en el Caquetá, otro está aquí. Y otro está en San José del Guaviare”, explicó. Afirmó que los otros cuatro eran los estadounidenses, hombres que poco hablaban y no recibían ni un vaso de agua. Ellos se metieron en la maleza y, cuando se dio la orden, entraron, dispararon y mataron a Romaña.

De los comandos norteamericanos sabe muy poco, dice que eran hombres entrenados, que sabían lo que iban a hacer y lo ejecutaron a la perfección. Hablaban muy poco, por lo que no sabe si se trataba de una misión oficial, o de mercenarios, como él, pero de origen estadounidense.

Romaña plata
Romaña plata | Foto: Suministrada a Semana

Según este hombre, europeo de nacimiento y con una cédula de extranjería expedida en Colombia en octubre de 2020, Romaña habría caído en una trampa que le habrían tendido para negociar supuestamente un cargamento de cocaína.

La muerte habría ocurrido el primero de diciembre de 2021, pero la noticia se dio a conocer en los medios de comunicación en Colombia veinte días después.

Romaña, según el mercenario con el que habló este medio, habría sido asesinado por un comando estadounidense que, al obtener el aviso de parte del infiltrado, lo acribilló en una pista de aterrizaje que había en su campamento.

Así se lo explicó el mercenario a SEMANA: “¿Por qué se hizo esa foto? Se mandó a un número de Italia que era mi contacto para que autorizara la plata y terminar la supuesta negociación que estábamos haciendo. Él se dejó tomar la foto, pero como a la hora me dijo: ‘¿Por qué me tomaste la foto?’. Le dije: tranquilo, era para que vieran que de verdad estamos tratando con Romaña. Pero realmente fue enviada a Italia y de Italia fue enviada a Colombia”.

De Italia, realmente, una persona la reenvió a un contacto de la Policía en Colombia. Al confirmarse que efectivamente se trataba del sanguinario exjefe de las Farc, se autorizó la operación.

Las armas de la operación contra Romaña

La fuente ya había instalado también un GPS para que los cuatro comandos norteamericanos llegaran justo al lugar donde se encontraba Romaña, y ahí lo “acribillaron”.

Las borracheras con Santrich, Romaña no tomaba

De acuerdo con el infiltrado, el plan que le habían planteado las agencias que los habían contactado consistía en escopolaminar a Romaña, como ocurrió con alias Corea, otro importante de las disidencias de las Farc, capturado por la Policía Nacional.

“Romaña no tomaba, el que tomaba era Santrich. Él siempre estaba con Romaña, entonces para entrarle a una persona, meterle en el agua una pastilla, es más difícil y no se pudo”, reveló. La relación entre los tres (informante, Romaña y Santrich) durante el tiempo que estuvo infiltrado, haciéndose pasar como mafioso, traspasó la relación dealer-cliente.

Romaña
Romaña | Foto: Suministrado a Semana

El informante coincidió con lo que han dicho en reiteradas ocasiones las autoridades colombianas: que los jefes de la Segunda Marquetalia vivían relajados en Venezuela protegidos por el Gobierno de Nicolás Maduro.

“Ellos estaban muy tranquilos. Incluso yo vi campos llenos de yuca, maíz, de todo tipo de esas cosas, y ahí se veían los camiones que decían ‘Gobierno venezolano’ y cargaban cosas para llevarse, estaban superbien”, reveló.

Detalló que, para poder acceder al campamento de Romaña, que tenía varios hombres alrededor y que conformaban su anillo de seguridad, tenía que notificarles que se iba a entrevistar con Mauricio, como se le conocía al cabecilla de la Segunda Marquetalia en Venezuela.

“El nombre de él era Mauricio y por radio salía como R1, y así nos dejaban ingresar”, agregó.