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| Foto: Archivo Semana.

JUSTICIA

‘Falsos positivos’ de Soacha: culpan a seis militares

El caso de Faír Leonardo Porras es quizás uno de los más aberrantes de este oscuro capítulo de la historia reciente del país. Cuatro años después de su desaparición y su muerte se hizo justicia.

30 de marzo de 2012

Todos los casos de ejecuciones extrajudiciales (‘falsos positivos’) son aterradores. Los de los jóvenes de Soacha (Cundinamarca), los de Toluviejo (Sucre). Todos. Y a lo trágico de cada historia se suma la lentitud en los procesos judiciales.
 
Cuatro años después de destaparse el escándalo por estos hechos las condenas son mínimas. Además, el drama de las familias que esperan que el Gobierno ofrezca disculpas por haber tildado a sus seres queridos de guerrilleros continúa. Ese capítulo, con tristeza dicen algunas madres, "quedó así".

Y aunque no para todas, por lo menos para una madre este viernes se hizo justicia. En el caso de Faír Leonardo Porras (26 años, con discapacidad mental y desaparecido en enero del 2008) ya hay responsables: seis militares fueron condenados. Su pena podría ser de hasta 60 años. La sentencia se conocerá el próximo 25 de mayo.
 
Se trata del mayor Marco Wilson Quijano Mariño, el teniente Diego Aldair Vargas Cortés, el cabo primero Carlos Manuel González Alfonso y los soldados profesionales Richard Contreras Aguilar, Carlos Antonio Zapata Roldán y Ricardo García Corzo, a quienes el fiscal de Derechos Humanos y DIH les imputó cargos, en el 2009, en calidad de coautores por desaparición forzada agravada, homicidio agravado y concierto para delinquir agravado.

Adicionalmente, a los dos oficiales, Quijano y Vargas, la Fiscalía también les imputó el delito de falsedad ideológica de documento público.
 
La historia
 
Faír Leonardo Porras trabajaba como ayudante de construcción en Soacha (Cundinamarca) cuando fue reportado por su familia como desaparecido el 8 de enero del 2008. Cuatro días después, el CTI y el Ejército estaban haciendo el levantamiento de su cuerpo, muerto supuestamente en un combate en Ocaña (Norte de Santander).

Faír fue reportado muerto en combate. Señalado de guerrillero. Durante el proceso de investigación por su caso, se supo que a quien lo reclutó le pagaron un millón de pesos.

"Yo solamente les decía a las personas que reclutaba que existía una mejor oportunidad laboral en otra parte y me los llevaba. No sé nada más de ellos, solamente que el Ejército les quitaba los documentos cuando los recibían", contó.