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La mesa directiva del Centro Democrático oficializó la conversión de ese movimiento en partido político a pocos días del regreso del expresidente Uribe al Congreso de la República. | Foto: Guillermo Torres

POLÍTICA

La bancada de Uribe en el Congreso

El Centro Democrático llega con todas las intenciones de brillar en el Congreso y opacar el segundo mandato de Santos.

19 de julio de 2014

Eran las once de la mañana del pasado martes y el centro de convenciones G12 de Bogotá bullía tan intensamente como las reuniones evangélicas que ahí se realizan. Casi 2.000 personas de todas las regiones esperaban ansiosas las palabras de su mentor, el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe, que presentaría en sociedad su partido político. El movimiento significativo de ciudadanos que hace año y medio venía dándole la vuelta al país aprobó sus estatutos y formalizó su entrada al ruedo como partido político. “No seremos flor de un día. Vamos a ser un partido con permanencia histórica”, sentenció el exmandatario mientras los asistentes, algunos de sombrero y carriel, otros en corbata, gritaban “¡gracias presidente!”. Está por verse si el Centro Democrático será una flor que evite marchitarse pronto.

A pocos días de la instalación del nuevo Congreso este 20 de julio, las expectativas giran en torno a la llegada de este nuevo bloque opositor. Al regreso de Uribe al Senado, 20 años después de dejar su curul para buscar la Gobernación de Antioquia, se suman inquietudes sobre su funcionamiento y los temas que abanderará. Además del tipo de contrapeso que ejercerán los uribistas frente la Casa de Nariño dependerán no solo su futuro como bloque opositor sino también sus perspectivas hacia las elecciones regionales de 2015. Al fin de cuentas, solo suman 20 legisladores en el Senado de 102 y 19 representantes entre 166 miembros de la Cámara baja.

Una cosa quedó clara tras la asamblea fundacional: el Centro Democrático hará oposición al mejor estilo Uribe. Por un lado, visitando hasta el último pueblo del país, solo que ahora no será el expresidente, sino sus congresistas y la dirigencia política del partido. Así, mediante los bautizados ‘talleres democráticos’ aseguran respaldo a sus proyectos de ley y abonan terreno para las elecciones del año entrante. Y por otro lado, a punta de disciplina partidista. Nada será votado de manera individual y todas las decisiones, incluidas las alianzas con otros partidos, se tomarán con el respaldo de al menos el 60 por ciento de la bancada. Tanto así que contemplan la posibilidad de tener un grupo de asesores comunes al unificar sus UTL, unidades de trabajo legislativo.

A la férrea disciplina y la nueva versión de consejos comunitarios se añadirá la clásica estrategia de la oposición parlamentaria en Colombia: el control político. SEMANA conoció que se estrenarán con tres debates contra altos funcionarios: uno contra Aurelio Iragorri, ministro del Interior, Juan Carlos Pinzón, ministro de Defensa y el alto comisionado Sergio Jaramillo, sobre el proceso de paz con las Farc y el supuesto fortalecimiento de esa guerrilla. Otro sería sobre el tema del computador de palacio y los auxilios parlamentarios en Córdoba y Sucre, es decir la famosa ‘mermelada’. Y por último, un debate a la canciller María Ángela Holguín sobre la política con Venezuela.

Sin embargo, los esfuerzos no se concentrarán solamente en el frente del control político. El 20 de julio el partido llegará con un portafolio de diez propuestas alternativas, aplicando la fórmula anglosajona de ‘gobernar en la sombra’. “Pondremos en práctica ministerios de oposición, porque tenemos una plataforma legislativa en todos los campos”, le dijo a SEMANA el senador José Obdulio Gaviria, quien entraría a la Comisión Primera, en la que se discutirán temas clave como la normatividad de la paz. “Voy a mostrarle al país qué dice el gobierno y qué dicen las Farc”, añadió.

Según el nuevo congresista dentro de las reformas que la bancada tiene bajo la manga está la de la estructura actual del Congreso, que busca modificar la ley quinta del reglamento, y una reforma electoral, que incluye el establecimiento del voto obligatorio, la financiación estatal del 100 por ciento de las campañas, la eliminación del voto preferente y el desarrollo de mecanismos de protección a las minorías. Dentro de esa agenda opositora se incluyen asimismo proyectos sobre salud, pensión mínima, jornada completa para la educación, alivio a los pequeños agricultores, reforma a la Justicia, aumento del salario mínimo, prima de vivienda, el tema de regalías. Una última iniciativa de la bancada giraría en torno al fuero militar, en el que pretenden retornar a su disposición en la Constitución de 1991, según la cual los delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo son juzgados únicamente por los Tribunales Militares. Uno de los líderes de ese proyecto sería el senador Alfredo Rangel.

En cuanto al asunto de las comisiones, el partido todavía no se ha pronunciado. “No hay una definición concreta, es algo que discutiremos en equipo según las posibilidades de cada uno”, agregó el congresista. Este fin de semana estaría definido el criterio aunque ya se han filtrado algunos nombres. Para la Comisión Primera, que trata temas políticos y constitucionales, suenan además de Gaviria, Paloma Valencia, Iván Duque y Paola Holguín. Al parecer Uribe se irá a la séptima a tomar el micrófono sobre salud, tema en el que trabajó cuando se desempeñó como parlamentario. En palabras de la senadora Valencia, “somos el único partido que está haciendo oposición y vamos a hacer respetar esos 7 millones de colombianos que creyeron en nuestro proyecto”.

Disciplina de bancada, consejos comunitarios por las regiones, iniciativas “a la sombra”, debates de control político y la mira puesta en las elecciones regionales del año entrante serían los ejes alrededor de los cuales girará la actividad del Centro Democrático. Uribe será la voz cantante de una bancada opositora que tendrá que afinarse como una orquesta para ejercer un contrapeso efectivo a las mayorías de la Unidad Nacional y al poder de la Casa de Nariño.