Masacre en Barranquilla: cuatro integrantes de una familia fueron asesinados con arma blanca

Tras la masacre de cinco personas que hace ocho días enrareció la sensación de seguridad en Barranquilla, un nuevo hecho de sangre conmocionó a la ciudad. Los cuerpos de cuatro personas fueron hallados la mañana de este sábado maniatadas y ultimadas con arma blanca, en una finca localizada en el suroccidente de la ciudad, según informó la Policía.

Mientras los asesinatos de hace una semana —presuntamente— fueron un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales, incluyendo a un cabecilla que muee sus tentáculos desde la cárcel, la matanza de este sábado correspondería a un altercado entre el propietario del terreno denominado El gran Chaparral, en el sector Las Terrazas del barrio Villa del Rosario, y un inquilino por el valor del arriendo de una parcela. Las autoridades descartan cualquier vínculo entre ambos episodios.

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Las cuatro víctimas mortales pertenecen a la misma familia, tres mujeres halladas al interior de la casa de la finca y un hombre encontrado en las cercanías, al lado de una palma. Fueron identificados como Betzaida Acevedo Ospina (32 años), Griselda Acevedo Ospina (34 años), Sandra Ricardo Montes (32 años) y Jaime Henrique Herrera Oviedo (75 años, dueño de la finca).

En la madrugada

Según declaró el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, brigadier general Mariano Botero Coy, los cadáveres fueron encontrados amarrados, amordazados y con heridas con arma blanca. Medios locales añaden que habrían sido degollados.

“El crimen pudo haber sucedido en horas de la madrugada, teniendo en cuenta la condición de los cuerpos”, dijo el oficial”. Los vecinos reportaron el ladrido de los perros a las 2 a.m.

Hacia las 8 a.m. un hijo de Herrera llega hasta la finca, luego de llamar insistentemente al celular de su padre sin que haya respuesta. Es cuando halla la dantesca escena y acude a la línea de emergencia de la Policía.

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“La información que nos brinda la ciudadanía es que por más de cinco meses el señor asesinado dio posada a una pareja de ciudadanos extranjeros”, expuso Botero Coy, sin querer especificar la nacionalidad, aunque la comunidad ha divulgado que son venezolanos.

Se trata de un hombre, su pareja y un pequeño hijo, que —según información brindada a los investigadores por la comunidad—alcanzaron un acuerdo con el propietario del terreno para comer y vivir allí, a cambio de trabajo y una suma de dinero.

Indicios

Este viernes hubo un disgusto del propietario con su inquilino y le dijo que no le servía cómo estaba trabajando, por lo que decidió subir el costo del arriendo. Esto, sumado a que los inquilinos abandonaron el lugar, son los primeros indicios de la investigación.

“Lo que encontramos en los cuarto y los pequeños habitáculos en la finca es que todo está revolcado”, añadió Botero, quien anunció que la Alcaldía ofreció una recompensa de 10 millones de pesos para quien ofrezca información para esclarecer los hechos.

Por lo pronto, el inquilino es el principal sospechoso y está plenamente identificado por las autoridades. “Lo estamos invitando desde ya a que ponga en contacto con unidades policiales de cualquier sitio del país para que aclare la información, sino lo haremos con la Fiscalía lo que corresponda para que comparezca”, dijo el comandante

Botero hizo un llamado para que que los ciudadanos indaguen a quiénes va a alojar en este tipo de situaciones e hizo hincapié en que, si se confirma la hipótesis en este suceso, serían ya cinco casos similares en el Área Metropolitana de Barranquilla.

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Lo más complicado de este caso es el temor de que exacerbe la xenofobia en contra de los migrantes, sobre todo los 1,2 millones de venezolanos que —según estimaciones de Migración Colombia—están en el territorio nacional y que huyen del régimen de Nicolás Maduro, que se mantiene pese a la intensa presión internacional.

En lo más alto de esta crisis humanitaria, es importante recordar que siempre habría personas inescrupulosas sin importar la nacionalidad y que las autoridades pueden ayudar a revisar los antecedentes en caso de querer ayudar con empleo o alojamiento. “Acá que la Policía hace es indagar para que no haya vidas en riesgo. No podemos seguir perdiéndolas de esta forma tan infame”.