La lucha por el desarrollo

De joven creía que su vocación era la filosofía y consideraba que esa rama del pensamiento era la mejor manera de entender el mundo que lo rodeaba. Sin embargo decidió matricularse en el Departamento de Química de la Universidad Nacional. Nacido en 1946, defendió los ideales izquierdistas pero nunca perteneció a ningún partido de izquierda. “Desde que estuve en la Nacional comprendí que un científico siempre debía mantener una independencia intelectual frente a los partidos o agrupaciones políticas que en vez de beneficiar el conocimiento científico tienden a retrasarlo. Por eso nunca me afilié a ninguno de ellos y aun así fui bastante de izquierda”, comenta. Realizó estudios de doctorado en Bioquímica en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel) y de posdoctorado en Microbiología en la Universidad del Estado de Nueva York. A su regreso se vinculó a la Universidad Nacional como docente y al Instituto Nacional de Salud (INS) como investigador.