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Roy Barreras anuncia su aspiración a presidir el Partido de La U y gerenciar la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos. | Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

“No me asusta Uribe, por bravucón que sea”

El senador Roy Barreras aspira a gerenciar la campaña de Santos. Ataca al 'vice' Garzón y a los ministros.

Rodrigo Urrego, redactor de Semana.com
3 de febrero de 2013

En buena parte las definiciones políticas pasan por la mano de Roy Barreras. La posible presencia de un expresidente como candidato al Senado, de ministros haciendo política como lo quiere Santos, y hasta con la extrema izquierda desarmada, sugieren nuevas reglas electorales, nuevas leyes que se deben diseñar durante el tiempo que le queda en la presidencia del Senado.

Barreras dice que debe haber una reforma política con pocos pero audaces alcances. Uno de ellos, el régimen semiparlamentario. El presidente del Congreso defiende la idea de que los congresistas elegidos puedan ser ministros. En esta entrevista también oficializa su aspiración de ser elegido nuevo presidente del Partido de La U, y como candidato a esa dignidad se refiere a Uribe, Vargas Lleras, Angelino Garzón, y cómo no, defiende el gobierno del presidente Santos.

Semana.com: ¿Habrá reforma política, sí o no?

Roy Barreras: Debe haberla. Hay muchos asuntos por resolver. Las garantías para la oposición y la supervivencia de las minorías. Es sano para la democracia que haya verdes, amarillos, de todos los colores. En esta coyuntura, la de la paz, prefiero la diversidad. Que los minoritarios no sean avasallados por los grandes partidos.

Semana.com: ¿Habrá transfuguismo?

R.B.: Es indeseable. Es una solución individual. Yo, que nunca me he cambiado de partido voluntariamente, a pesar de lo que dicen los mal informados columnistas, jamás me he cambiado de partido, nunca he estado de acuerdo con ese transfuguismo individual porque no implica una decisión ideológica, sino personal.

Semana.com: ¿Se levantarán inhabilidades a ministros y congresistas?

R.B.: Todos los partidos modernos en el mundo avalan los regímenes semiparlamentarios, donde los partidos que ganan las elecciones asumen la obligación de gobernar y son castigados si lo hacen mal y premiados si lo hacen bien. Que los partidos y sus cuadros políticos gobiernen. Aquí hay una gran hipocresía, pero como está prohibido que los jefes políticos vayan al Gobierno, tienen que buscarse interpuestas personas, terceros, adoptados, intermediarios que niegan como Pedro a Cristo.

Semana.com: O sea que ministros haciendo política, como anunció el presidente Santos…  

R.B.: El presidente Santos tiene un problema y es que está haciendo un buen gobierno, pero los ministros, la mayoría de ellos, son aburridores y fríos, tecnócratas incapaces de comunicar porque no tienen carisma, no tienen liderazgo político, ni contacto con el pueblo. Tiene un buen ministro, que es un político bueno: Germán Vargas Lleras. Esos son los ministros que necesita un presidente. Pero no un Vargas Lleras, necesita diez.

Semana.com: ¿Y aquí hay diez Vargas Lleras?

R.B.: Claro, por supuesto, y mejores. Pero no en el Gobierno.

Semana.com: Entonces, ¿habrá congresistas elegidos que pasarán a ministros?

R.B.: Los jefes políticos gobiernan en Inglaterra, en Francia, en España, en Estados Unidos. El primer ministro francés, o el británico, son dirigentes, muchos de ellos senadores. El nuevo secretario de Estado es el senador John Kerry, la anterior secretaria era la senadora Hillary Clinton. Aquí debería ser así.

Semana.com: ¿Le pondrán trabas a Uribe para que no saque muchas curules?

R.B.: Uribe es un campeón en las elecciones. Y es bueno que esté en el Congreso. Lo que es malo es que esté en contra de la paz que él mismo intentó hacer, cuando antes nos enseñó que había que intentar que los grupos armados ilegales hicieran política sin armas y él mismo hizo diálogos en La Habana con el ELN, lo intentó con las FARC en Brasil. Entonces es malo que ahora le parezca que este gobierno no tiene derecho a hacerlo. Me parece bien que haga política, no me asusta. A algunos los asusta el padre todavía, a mí no me asusta el padre, por bravucón que sea, y Uribe es un padre, un regañón, que está equivocado en esta ocasión, pero bienvenido al debate democrático.

Semana.com: ¿Se va a acabar la Vicepresidencia?

R.B.: Angelino es un hombre querido por los colombianos porque es un luchador popular. Y yo creo que hay que dejarlo en paz. Pero la diferencia entre el designado y el vicepresidente es que hacen lo mismo, o sea nada, pero el vicepresidente nos cuesta un ojo de la cara, sobre todo este vicepresidente, que sólo viaja en clase ejecutiva porque no le gusta viajar en clase zarrapastrosa. Hay que eliminar la vicepresidencia hacia el futuro, para que no digan que es para quitarle el puesto a Angelino. Que Angelino se quede tranquilo y que siga gozando de su jugosa pensión de jubilación, se la ha ganado.  

Semana.com: ¿Es cierto que usted termina su presidencia y asume la presidencia del Partido de la U?

R.B.: No. Lo que es cierto es que he decidido no volver al Senado, y ponerme al servicio de mi partido. El próximo presidente de La U será elegido. Hay que someterse a la soberana decisión del partido. Quiero aspirar. La U tiene dos posibilidades, traer alguien de afuera, un astronauta, o un piloto de guerra, que sea de adentro.

Semana.com: ¿Y usted quiere ser ese piloto?

R.B.: Yo quiero dar esa batalla. Quiero conducir el partido al triunfo, quiero ayudar al presidente Santos en su campaña presidencial. Para eso me retiraría del Senado.

Semana.com: ¿Le irá bien a La U en las primeras elecciones que afronta sin Uribe?

R.B.: No tengo ningún temor de enfrentar a Uribe. Será fascinante el debate. Nosotros queremos seguir creciendo, construir el segundo piso que necesita este país, desde la seguridad hacia la paz, y no quedarnos en la guerra eterna. Los colombianos decidirán entre el pasado y el futuro, entre la guerra y la paz. Uribe es un padre querido, los padres también se equivocan y a veces se vuelven soberbios y violentos. Pero hay que respetarlos aunque se hayan ido de la casa.

Semana.com: ¿Cree que seguirán siendo el partido mayoritario?

R.B.: Vamos a ganar las elecciones, hemos ganado todas las elecciones desde cuando fuimos creados. Y no será por arte de magia de un mago que venga a encabezar la lista. Vamos a ganar porque el partido sabe para dónde llevar a Colombia. Hoy muchos partidos nos acompañan en la defensa a Juan Manuel Santos, se lo pelean y tienen relaciones clandestinas con él, pero no estaban ahí cuando nosotros defendimos la seguridad. ¿Qué tal que nosotros no hubiéramos defendido la seguridad? Gracias a la seguridad podemos construir ahora la paz. La U liderará la gran batalla contra la pobreza.

Semana.com: ¿Han pensado en la cabeza de lista para ganar esas elecciones?

R.B.: El partido de La U no tiene afán. Los del afán son los de Santa Marta (Centro Democrático) y Vargas Lleras. El partido de gobierno no tiene ningún afán, tomaremos decisiones sobre cabeza de lista en el segundo semestre y no estamos buscando cabeza de lista ni príncipe heredero. Si Vargas Lleras se anima a encabezar una lista al Congreso, será la de su propio partido, y con eso ayuda a salvarlo, porque hoy Cambio Radical es muy pequeño. Por eso le digo: La U no está buscando ni cabeza de lista ni príncipe heredero.

Semana.com: Cambiando de tema, ¿le suena estar en un ministerio?

R.B.: Yo quiero trabajar dos temas. La paz, que no termina con el acuerdo con las FARC. Se lo anticipo, el acuerdo con el ELN será en el segundo gobierno del presidente Santos y nos quedarán pendientes el posconflicto y el combate a las bandas criminales. Y el otro tema es el de la legalización mundial de las drogas. Yo quiero acabar con el narcotráfico, y es una tarea diplomática que durará una década.  

Semana.com: Esos temas son resorte del Ministerio del Interior…

R.B.: El segundo es un tema de lobby internacional, de Naciones Unidas, de Cancillería.  

Semana.com: ¿Santos ganará con esta Unidad Nacional?

R.B.: Santos será reelegido gracias al apoyo de La U, del Partido Liberal, del Partido Conservador, de Cambio Radical, de los Verdes y de algunos sectores de la izquierda que van a reconocerle que entregó este país en paz.