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Este laboratorio casero en Medellín producía una poderosa sustancia sintética. Los narcos camuflaban la droga en los zapatos de turistas, que no sabían que iban cargados.

NARCOTRÁFICO

Drogas sintéticas y heroína hechas en casa

Por primera vez descubren en el país un laboratorio casero para procesar drogas. En forma insólita, usaban incautos turistas extranjeros para enviar los cargamentos al exterior.

15 de diciembre de 2018

Pocos dudan del perverso ingenio de los narcotraficantes colombianos para enviar droga al exterior. Sin embargo, una reciente operación de la Policía Antinarcóticos dejó sorprendidos a los expertos en capturar narcos y se convirtió en un capítulo particular en la larga historia de la lucha contra las drogas.

Durante varios meses, hombres de la Dirección Antinarcóticos realizaron en Medellín seis decomisos diferentes de pequeñas cantidades de heroína en cápsulas y 2CB, una poderosa droga sintética conocida como la coca rosada. Aunque las cantidades parecían irrelevantes, el tipo mismo de droga y la forma como la empacaban ponían en evidencia que iban para el exterior.

Agentes encubiertos se desplegaron para dar con los dueños de esa droga. Después de varios meses lograron encontrar una fuente que les señaló a un peluquero como una persona clave. Disfrazados de varias maneras lograron acercarse y seguir a Jair, un hombre que salía con frecuencia de su local y en estuches de cosméticos transportaba la droga. Siempre iba en transporte público hasta un lujoso apartamento en Envigado. Allí entraba donde el Calvo y posteriormente salía.

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Los infiltrados se dividieron en dos grupos. Unos seguían a Jair y otros al Calvo. Gracias a esas labores lograron establecer que en Pasto, Nariño, una mujer se encargaba de conseguir la heroína. “Una vez ella acopiaba la droga en su residencia, buscaba los conductores de vehículos de servicio público tipo bus para enviar el alucinógeno hasta la capital antioqueña”, contó uno de los investigadores.

Una vez los extranjeros llegaban a la capital antioqueña, el Calvo efectivamente los recogía, los llevaba a su vivienda, dejaban sus pertenencias y salían al tour con él. Mientras estaban fuera del apartamento, en el interior comenzaba la acción.

Lo más sorprendente para los agentes antinarcóticos vino después. El grupo encargado de vigilar al Calvo vio que al apartamento de este hombre llegaban con frecuencia extranjeros que se hospedaban por periodos cortos en ese lugar. Por medio de labores de inteligencia descubrieron que el hombre ofrecía por las redes sociales servicios de narcoturismo a extranjeros, en los que les ofrecía recorridos por la ciudad y llevarlos a ver sitios de cultivos ilícitos.


Director de la Policía Antinarcóticos, general Fabián Cárdenas

Una vez los extranjeros llegaban a la capital antioqueña, el Calvo efectivamente los recogía, los llevaba a su vivienda, dejaban sus pertenencias y salían al tour con él. Mientras estaban fuera del apartamento, en el interior comenzaba la acción. Uno de los cuartos, que permanecía con llave y candado, estaba acondicionado como un pequeño laboratorio casero con pipetas, tubos de ensayo y otros elementos. Allí, la droga que llegaba desde Nariño era procesada y empacada cuidadosamente en cantidades que no superaban los 200 gramos. También en ese laboratorio improvisado fabricaban pastillas de 2CB, basado en cocaína y otras sustancias como calmantes para caballos.

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Cuando la droga y las dosis estaban listas, Esteban, un socio del Calvo, tomaba los zapatos de los equipajes de los extranjeros. Con gran precisión en la suela lograba camuflar los pequeños cargamentos. Después de pasar varios días en la ciudad y de forjar una cierta amistad con su huésped, a quienes le dejaban todos sus datos, los turistas regresaban a su país de origen, generalmente Estados Unidos. “De recuperar la droga en el país del norte se encargaban otras personas que intimidaban a estos incautos ciudadanos para entregar sus pertenencias”, aseguró el investigador del caso.

“Los investigadores adelantaron un proceso meticuloso que los condujo a desarticular la organización narcotraficante. Continuaremos dando contundentes golpes a las estructuras del narcotráfico para evitar que niños, niñas y adolescentes caigan en el mundo de las drogas”, dijo a SEMANA el director de la Policía Antinarcóticos, general Fabián Laurence Cárdenas Leonel. Los cinco integrantes de esta insólita red hoy están tras las rejas.