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La casa de Palestina se convirtió en una especie de club de la comunidad en Bogotá. | Foto: AFP

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La calle de Bogotá que 'reconocería' al estado de Palestina

El concejal Roberto Hinestrosa radicó un proyecto de acuerdo para reconocer a la comunidad palestina que vive en la capital. ¿De qué se trata?

15 de agosto de 2018

Hace pocos días se supo que el gobierno de Juan Manuel Santos, antes de terminar su mandato, reconoció a Palestina como un Estado. Este hecho ha generado polémica en el mundo diplomático. La embajada de Israel pidió que la decisión fuera revertida y por eso el canciller Carlos Holmes Trujillo le pidió a la Comisión Asesora de Relaciones Internacionales que estudiara el costo diplomático de esta posición.

Esta no es la primera vez que un gobierno colombiano reconoce a Palestina. Desde 1947 Colombia respaldó la existencia de Israel y Palestina como dos Estados independientes ante la ONU. Progresivamente en el territorio nacional se le ha dado espacio a la comunidad árabe en todas las esferas. En Bogotá el mayor avance en las relaciones bilaterales se dio en 1996 con la apertura de la Misión Especial de Palestina en la capital. Así tuvieron representante de la autoridad palestina dentro del cuerpo diplomático colombiano. Ese mismo año, el viceministro de Relaciones Exteriores, Camilo Reyes, permitió el posicionamiento del embajador Sabri Ateyeh, lo cual significó la representación de los palestinos en el país.

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También se ha buscado hacer un reconocimiento desde lo simbólico. Justo en estos días podría revivir el proyecto de Acuerdo del concejal Roberto Hinestrosa, de Cambio Radical, quien desde el año pasado quiere hacerle homenaje a la comunidad árabe “que le ha aportado la país en materia económica, social, política y cultural”. Se trata bautizar con el nombre ‘Avenida Estado de Palestina’ a una calle de Bogotá: la calle 86 entre carrera 7 y 11, donde hay una alta influencia de población árabe. También se ha planteado la posibilidad que sea la carrera 15, entre las calles 53 y calle 45.

El concejal Jorge Eduardo Torres de la Alianza Verde y quien es uno de los ponentes del proyecto le dijo a SEMANA que la razón de elegir este último tramo es porque allí se encuentra la embajada de Palestina. Es una casa que los palestinos adquirieron en los años 70 y desde los 80 se ha convertido en un club donde hacen actividades para promover y preservar su cultura. Torres agregó que esta es una forma de decir que en Bogotá son bienvenidas todas las culturas, pero también una forma de decir simbólicamente que así como en Bogotá pueden convivir en paz árabes e israelíes también debería lograrse en Medio Oriente. "Se trata de una muestra de buena voluntad, es una forma de decir que en Bogotá todos son bienvenidos en Paz", dijo Torres. 

Ya se pidió una certificación a Catastro en la que se aseguró que esa calle no tenía ningún nombre. En este momento el proyecto cuenta con el apoyo de 22 concejales, de 45. Y dentro de pocos días se dará el debate en la comisión y en la plenaria del Concejo de Bogotá para ver si se aprueba o no el proyecto. En dado caso, la difusión del nombre estaría a cargo de la Misión Diplomática de Palestina en conjunto con la Secretaria Distrital de Cultura. Se haría una insignia o una placa en la calle que pueda ser vista por todos los que pasen por el lugar.

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Los árabes llegaron a Colombia desde 1890 por motivos políticos, económicos y en especial por la persecución religiosa que se desató en el Imperio otomano. Se calcula que para 1930 en el país ya había 10.000 libaneses, sirios y palestinos. Hoy serían cerca de 500.000. Después de los españoles, los árabes son el grupo más numeroso de inmigrantes desde la independencia que ha recibido Colombia, y, como era de esperarse, su cultura milenaria no ha desaparecido, sino que se ha mantenido y en algunos casos se ha sincretizado.

Son comunes apellidos como Ramses, Khalifa, Falah, Amat, Nasar, Tarud, Abuchaibe, Humar, Suz, Mustafá, Malki, Muvdi, Cure, Ibrahim, Farouk y Yanine. Y los aportes de estas familias el comercio, la gastronomía, la política y la cultura son bien conocidos en ciudades como Ocaña, Ibagué, Cartagena, Santa Marta y Bogotá.