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Carlos Rubio | Foto: SEMANA

JUDICIAL

¿Quién era el policía que murió en el atentado?

Se trata de un joven que prestaba servicio como auxiliar regular en la Policía que murió por un disparo en la cara.

29 de diciembre de 2016

Se trata de un joven que prestaba servicio como auxiliar regular en la Policía. Murió mientras estaba de turno vigilando unas torres de energía.

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Un fin de año lleno de tristeza viven los integrantes de la familia Rubio Domínguez, quienes aún no entienden qué pasó con Carlos Andrés. El joven apareció muerto en la garita en la que prestaba guardia cerca la subestación eléctrica de Torca en el norte de Bogotá.

En la noche del miércoles, el auxiliar regular tenía la tarea de vigilar las torres de energía desde su garita cuando un sicario se acercó y le disparó justo en la cara. No existe una explicación para este acto ni lo que vino después cuando el atacante usó su cuerpo de carnada para activar una carga explosiva de 500 gramos de amonal, con la que quedaron heridos siete policías, dos de ellos graves.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, calificó de infame el hecho. “Poner los explosivos sobre el cadáver de un policía y a traer a sus compañeros y activarlos es algo que no tiene antecedentes. Se hizo con una gran sevicia que deja una inmensa preocupación”: le dijo a Caracol Radio.

Al margen de los deplorables hechos, lo cierto es que esa muerte destruye a un familia y la vida de un hombre joven. Carlos Andrés apenas contaba con 19 años, era oriundo del Líbano, departamento de Tolima. El auxiliar era el único varón hijo del núcleo familiar compuesto por sus padres, una niña de 10 años y su hermana de 24 años que vive en Bogotá.

Carlos llegó a prestar el servicio como auxiliar regular en la Policía por su propia decisión en una modalidad similar a la del servicio militar obligatorio que se realiza en Ejército o la Fuerza Aérea, incluso los tiempos son similares: un año para los bachilleres y 18 meses para los que no los son.

A la Policía había ingresado 13 meses atrás y le faltaban cinco para “licenciarse”. Carlos Andrés tuvo responsabilidades mayores, había prestado servicio de guardia en el comando de la Policía de Bogotá y luego fue trasladado a Torca. En el comando los recuerdan por su obediencia y porque nunca tuvo problemas.

La investigación no avanza a ritmo que espera la Policía. Una de las razones es que en la zona no existen cámaras que ayuden a identificar a los responsables del crimen. Por eso la Policía de Bogotá ofreció 30 millones para las personas que ayuden a identificar a los atacantes.

Por ahora, las autoridades se van a concentrar en encontrar elementos técnicos que ayuden a esclarecer el crimen y determinar los autores del asesinato. Está previsto el análisis de las celdas de telefonía celular que ayuden a respaldar la investigación.