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Sobrevuelo a la zona donde fue capturado el capo del narcotráfico, alias Otoniel, en Antioquia.
Sobrevuelo a la zona donde fue capturado el capo del narcotráfico, alias Otoniel, en Antioquia. | Foto: Fuerzas Militares de Colombia

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Revelan imágenes del sobrevuelo en el lugar donde fue capturado alias Otoniel en Antioquia

El ministro de Defensa, Diego Molano, y las Fuerzas Militares de Colombia, publicaron una serie de imágenes del sitio exacto donde cayó el máximo cabecilla del Clan del Golfo.

24 de octubre de 2021

Este domingo, el ministro de Defensa, Diego Molano, sobrevoló el lugar exacto en el que fue capturado el temido jefe del Clan del Golfo, Dairo Antonio Úsuga, más conocido como alias Otoniel, durante la Operación Osiris adelantada por las autoridades colombianas.

“Sobrevolamos el lugar exacto donde los soldados y policías de la ‘Operación Osiris’ encontraron a alias ‘Otoniel’. No hay lugar en el que el crimen tenga donde esconderse, allí llegará la Fuerza Pública”, escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.

Las Fuerzas Militares de Colombia también hicieron público un video del lugar donde se adelantó el operativo el pasado sábado 23 de octubre de 2021.

“Esta es el área hasta la que llegaron los soldados de las @fuerzasMilCol y@PoliciaColombia para dar captura a Alias ‘Otoniel’. Hombres especiales para misiones especiales #CCOES #LaVictoriaEsDeTodos”, confirmó la entidad en su cuenta de Twitter.

De acuerdo con información de las autoridades, el narcotraficante más buscado en todo el país cayó en su escondite, el cual se encontraba en la vereda La Pita (Turbo-Antioquia). Allí, uniformados del Ejército y Policía Nacional custodiaron e hicieron vigilancia en las calles de los pueblos más cercanos para seguir de cerca los movimientos de Otoniel a través de sus escoltas y cuerpo de seguridad que se encontraban en el lugar.

“150 policías de Inteligencia junto a nuestro @COL_EJERCITO se desplazaron a los pueblos ubicados entre el Cerro del Yoki y Cerro Azul, donde de manera sigilosa recibían información de fuentes humanas. Así le fuimos cerrando el cerco”, manifestó el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas.

Lo siguieron tan cuidadosamente y de cerca que las autoridades sabían, incluso, cuál era su plato favorito. El general Vargas reveló en la rueda de prensa del sábado pasado que el narcotraficante “nunca llegaba a casas, dormía en condiciones difíciles y su alimento favorito era un animal propio de las selvas del Urabá antioqueño, cerca de Córdoba”.

En la grabación compartida por el ministro de Defensa, Diego Molano, se puede observar, en primer término, cómo desde el helicóptero las autoridades hacen un seguimiento detallado del lugar, una selva tupida del Urabá antioqueño, donde Otoniel estaba lejos de poder tener un cómodo escondite.

Para determinar el punto exacto del escondite de este criminal se utilizaron elementos de alta tecnología para la ubicación del sitio, junto con los movimientos de la cámara en torno al lugar donde se realizó el posterior desembarco de las tropas que lograron la captura del líder de esa organización narcotraficante y por quien se pedía información y se brindaba una recompensa de cinco millones de dólares.

Entre los detalles que conoció SEMANA en exclusiva se encuentran que, como es disciplina en las fuerzas especiales, no son grandes contingentes los que entran al lugar donde se encuentra el objetivo, son pequeños grupos de hombres expertos en diversos campos. Claro está, ellos son respaldados por toda una operación militar que los sigue a la distancia.

Así fue el caso de cuatro hombres de las fuerzas especiales, un sargento y tres soldados, quienes tenían la información sobre dónde estaba Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. Los militares se internaron en la espesa selva. Esperando el momento preciso, los comandos se coordinaron entre sí y con su experiencia ingresaron a la zona donde sabían estaba el capo del narcotráfico.

A lo lejos, el sargento que encabezaba la operación notó un bulto tapado entre ramas y arbustos y, al observar con detenimiento, notó que quien estaba allí era una persona. Otoniel estaba sin camisa y el tono de su piel blanca lo delató. Al acercarse lentamente, el uniformado apuntando su arma le gritó “¡identifíquese!”. En medio de la maraña de la selva y al notar que había sido descubierto, el capo del narcotráfico solo atinó a decir: “tranquilo, soldado, soy Otoniel”.

Acto seguido, los uniformados, ya con el capo neutralizado, siguieron el protocolo y esperaron que llegara policía judicial para que hiciera la plena identificación del narcotraficante más buscado del país.