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| Foto: AP, archivo

SEMANA EN VIVO

“No es cierto que sólo los malos son la guerrilla y los buenos el Estado”

Juan Carlos Henao aseguró que es un error emitir ese tipo de juicios cuando el Estado también ha sido “corrupto y torturador”.

9 de diciembre de 2014

El rector de la Universidad Externado y exmagistrado de la Corte Constitucional sentenció en Semana en Vivo que hay llamar a las cosas por su nombre y no caer en un sistema binario en donde hay unos límites definidos e inamovibles.

Según él, existen muchos elementos de juicio que permiten entender que las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC van por buen camino, “pero que no se diga que los malos son sólo la guerrilla. Eso nos es cierto”.

Henao explicó que el Estado colombiano ha sido “corrupto, clientelista, torturador y productor de genocidios”. Y añadió que este denigra de la pulcritud que debe tener.

Aunque no justificó los hechos de violencia y corrupción que han perpetrado las FARC, “vale más una paz que cien combates”, dijo que la actual administración también tiene una responsabilidad frente a los actos que ha cometido durante el conflicto armado.

La exsenadora liberal Piedad Córdoba se mostró de acuerdo y anotó que esta situación se ve reflejada en la corrupción que yace en las grandes élites. De la misma manera dijo que no ha habido suficiente pedagogía ni participación frente a lo que se discute en La Habana y subrayó que el proceso de paz es de la sociedad, más no de la guerrilla o el Gobierno.

Bajo este marco, la excandidata presidencial por el Partido Conservador Marta Lucía Ramírez indicó que los colombianos perdieron la confianza en la mesa de diálogos de La Habana porque no se fijaron un básico de condiciones humanitarias.

“En lugar de tener un país mendicante en donde la gente depende del gobierno de turno, debe haber instituciones públicas y privadas que nos garanticen esos derechos”, aseveró.

La exministra de Defensa advirtió que la paz se debe lograr “con o sin La Habana”, e hizo énfasis en integrar a la mesa de discusión un cese inmediato de reclutamiento de menores.