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El insólito caso del médico Hugo Cedeño, precandidato a la alcaldía de Cartago, Valle que pese a ser víctima de dos atentados, el más reciente con fusil y en plena plaza pública, no ha logrado que la UNP le aumente su esquema de protección. | Foto: Cortesía

JUDICIAL

Tutelazo a la UNP por atentado a precandidato a la alcaldía de Cartago

El insólito caso del médico Hugo Cedeño que, pese a ser víctima de dos atentados —el más reciente con fusil y en plena plaza pública— no ha logrado que la Unidad Nacional de Protección le aumente su esquema de seguridad. Un juez acaba de fallar a su favor.

26 de febrero de 2019

Si algo quedó claro con el atentado que sufrió el médico Hugo Eduardo Cedeño, precandidato a la alcaldía de Cartago, Valle, es que querían matarlo. Los asesinos no se iban con medias tintas, pues el dirigente milagrosamente se salvó de ese ataque con fusil y en plena plaza pública; ese primero de diciembre de 2018 no sobrevivieron su suegra, un líder comunal y otras cinco personas resultaron heridas. 

Pese a la gravedad de ese ataque, la sevicia criminal de quienes lo ejecutaron y la espectacularidad de la incursión armada, para la Unidad Nacional de Protección (UNP), “no se vislumbra la existencia de un perjuicio irremediable e inminente”.

Al menos eso fue lo que argumentó la UNP en la tutela que presentó el médico Cedeño, y en la que exige se le ampare su derecho a la vida ya que desde el 19 de diciembre de 2018 viene insistiéndole a esa entidad que le aumente el esquema de protección, el cual le fue reducido un mes antes del atentado.

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El pasado 22 de febrero, el juez Primero Civil de Cartago le dio la razón al precandidato al amparar sus derechos y ordenarle a la UNP para que “de forma inmediata someta el caso (...) ante el Grupo de Valoración Preliminar”. De igual forma, da un plazo de cinco días para que se emita el informe de riesgo y se tomen las medidas necesarias para la protección del médico y su familia.

En el fallo de primera instancia, el togado criticó la falta de celeridad y atención por parte de la UNP en torno a las solicitudes del protegido: “Para este despacho es claro, que la autoridad encargada de garantizar la seguridad de personas en situación de riesgo por la existencia de amenazas serias, materializables y graves contra su vida, no ha definido de manera efectiva la situación del solicitante”.

“Me parece increíble que después de semejante ataque, en lugar de mejorar mi esquema de seguridad, me lo han reducido y desde entonces solo responden que mi solicitud está en estudio; ya han pasado tres meses y nada que resuelven”, médico Hugo Cedeño.

Algo que refuerza el propio afectado al argumentar: “Me parece increíble que después de semejante ataque, en lugar de mejorar mi esquema de seguridad, me lo han reducido y desde entonces solo responden que mi solicitud está en estudio; ya han pasado tres meses y nada que resuelven”, indicó el médico Cedeño, tras explicar que desde el ataque casi no sale a la calle, pues le falta de un buen número de escoltas. 

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Al dirigente le llama la atención que al día siguiente de su atentado, “otro precandidato al que ni siquiera le han lanzado una bolsa con agua, le asignaron un esquema de protección sin tantos estudios; y a mí que llevo dos ataques criminales me ponen en espera”.

La preocupación del médico Cedeño surge porque desde que atentaron contra su vida el 7 diciembre de 2012, el Estado le había asignado tres escoltas y un carro blindado. Pero irónicamente un mes antes del atentado del año pasado, el esquema se lo redujeron a un escolta y sin carro blindado, pese a que persistían las amenazas en contra de su vida.

Cabe aclarar que después del ataque con fusil de diciembre pasado, la UNP le reasignó la camioneta blindada y el segundo hombre. No obstante, el precandidato insiste en que, debido a la magnitud de ese atentado y la extensión de las amenazas hacia su familia y personas cercanas, “es necesario que me aumenten la protección, ya que de acuerdo con estudios de seguridad elaborados por la propia UNP, mi condición de riesgo era extraordinario, aún antes del segundo atentado”, enfatizó.

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Esta revista intentó obtener declaraciones de la UNP sobre el caso, pero aunque la solicitud se hizo mediante Derecho de Petición, las respuestas fueron parciales y se limitaron a argumentar que toda la información relacionada con las personas protegidas “gozan de estricta reserva legal”.

En lo único que no guardaron reserva fue para aclarar que “es pertinente señalar que el doctor Hugo Eduardo Cedeño al momento del atentado contaba con un esquema de protección y después del atentado mediante trámite de emergencia, se reforzó el mencionado esquema de protección”.

Al respecto, el precandidato aclaró que el reforzamiento consistió en devolverle la camioneta blindada que ya le habían quitado y mantener el segundo escolta, “que no se había ido porque interpuse un recurso; si no fuera por esa carta que envié, el día del atentado me habrían sorprendido con un solo escolta”, explicó el médico Cedeño.