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| Foto: SEMANA / pixabay.com

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“El conejo asoma las orejitas”, alega el uribismo

Los voceros del No reciben con incertidumbre el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de que el nuevo acuerdo de paz pasará directamente al Congreso para ser implementado.

2 de noviembre de 2016

El viaje del presidente Juan Manuel Santos a Londres no les ha caído bien al Centro Democrático ni a los demás voceros del No en el plebiscito. El martes, varios de sus principales líderes se molestaron cuando el mandatario, en pleno parlamento del Reino Unido, dijo que el No había ganado a punta de engaños y mentiras. Asumieron sus palabras como un intento de desconocer el veredicto de la democracia.

Este miércoles, los del No volvieron a quedar de una sola pieza con las noticias procedentes desde la capital británica. En una reunión con empresarios, Santos afirmó que el nuevo acuerdo de paz sería implementado en el Congreso, con lo que parecía descartar una nueva refrendación popular.

Así como había sucedido el día anterior, los dirigentes del No interpretaron las palabras del mandatario como una posibilidad de hacerle ‘conejo’ al mandato de los colombianos en las urnas, que en una apretada diferencia se pronunciaron mayoritariamente para rechazar el acuerdo suscrito por el Gobierno y la guerrilla de las FARC en La Habana.

Una interpretación que, en todo caso, parece más temeraria que ajustada a la realidad, pues todos los sectores saben de antemano que cualquier acuerdo de paz debe ser implementado en el Congreso y eso fue lo que ratificó Santos en Londres cuando advirtió que como presidente tenía facultades constitucionales para hacerlo, lo mismo que el Congreso las competencias para adelantar la implementación.

El senador Iván Duque, vocero del Centro Democrático, no se atrevió a calificar las declaraciones de Santos como si se tratara de un conejo al plebiscito. Sin embargo, consideró que “el conejo no deja de asomar las orejitas”. Por eso dice que antes de pensar en escenarios futuros de implementación, lo que se debe priorizar es alcanzar el gran acuerdo nacional. “Para que el conejo no asome las orejas estamos trabajando para construir este nuevo acuerdo”.

Pero fue el exprocurador Alejandro Ordóñez, por estos días el más vehemente de los dirigentes del No, quien sí calificó de “conejo” la postura del jefe de Estado. “Es un nuevo conejo dentro de los ya reiterados conejos que los colombianos hemos sufrido”.

Según el criterio de Ordóñez, Santos se comprometió a que el acuerdo sería refrendado vía plebiscito y que el pueblo tendría la última palabra. “Yo creo que un presidente y premio Nobel de la Paz debe cumplir su palabra. Le queda muy mal no cumplir la palabra que empeñó frente a todos los colombianos”.
 
José Obdulio Gaviria, senador del Centro Democrático, hace una suma de episodios recientes para concluir que el desenlace de esta situación será el "maquillaje” al acuerdo de La Habana para que el presidente Santos pueda mostrarlo el 10 de diciembre en Oslo (Noruega), día en que recibirá el premio Nobel. “Eso sería un fraude mayúsculo”.

Para la Unidad Nacional, las palabras de Santos en Londres no se deben interpretar de forma diferente a que el nuevo acuerdo se implementará en el Congreso. Y se hará mediante facultades presidenciales extraordinarias, o por la vía del procedimiento legislativo especial (fast track), o mediante el trámite ordinario de leyes y reformas en el Congreso.

Incluso, hace dos semanas, el expresidente y senador Álvaro Uribe manifestó su voluntad de implementar el acuerdo de paz en el Congreso, siempre que se adelante por la vía ordinaria que se podría extender varios meses, incluso años, y prolongarse hasta el nuevo debate presidencial del 2018.

Un escenario que el veterano senador Horacio Serpa califica de “peligroso”,  pues recuerda que hay cerca de 10.000 guerrilleros de las FARC a la espera de soluciones para dejar las armas y reincorporarse a la vida civil y política. “Lo que haya que hacer hay que hacerlo, pero rápido”.

En cualquier caso, Santos aclaró durante la jornada, después de reunirse en Londres con la primera ministra, Theresa May, que sólo decidirá si convoca un nuevo plebiscito "cuando se llegue a un nuevo acuerdo de paz".

El anuncio de Santos se produjo en un día determinante para el nuevo acuerdo. Este miércoles el Gobierno y los voceros del No adelantan la última reunión antes de que los negociadores del Gobierno viajen con las propuestas de modificar el acuerdo y ponerlas en consideración de los jefes y negociadores de las FARC.