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La Policia es la primera en conocer los casos de recién nacidos abandonados. | Foto: Internet.

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¿Por qué siguen abandonando recién nacidos en las calles?

Ya van 12 casos en Bogotá de “expósitos”, o menores de un mes, dejados a su suerte.

7 de julio de 2014

No hay palabras para calificar el abandono de un recién nacido en un basurero. En las últimas semanas se ha registrado con preocupación la noticia de niños que terminan en una esquina, en un botadero de basura, en un platón de una camioneta o simplemente en un hueco.

El pasado 9 de mayo se reportó que un bebé de cinco días de nacido fue abandonado en un caño en la localidad de Tunjuelito, en el sur de Bogotá. El niño estaba en regular estado de salud y tenía una edad gestacional de 39 semanas.

En otro caso, dentro de la basura botada en un rincón de la calle 26 con carrera tercera, un habitante de la calle encontró una niña recién nacida dentro de una maleta. El hecho fue reportado a la Policía el 24 de junio, este lunes se conoció que la menor murió a causa de problemas respiratorios e infecciones.  

El caso más reciente se presentó tan solo hace unos días. El 2 de julio, bajo la lluvia y envuelta dentro de una cobija y rodeada de bolsas de basura, otro reciclador encontró a una bebé. Esta vez, el caso era reportado desde el barrio Los Alpes de Ciudad Bolívar, sur de la capital.

La situación ya tiene preocupadas a las autoridades. Al día de hoy 12 niños recién nacidos o expósitos han sido abandonados en Bogotá. En el 2013 la cifra alcanzó 27 menores en la capital. Este año y al mes de mayo el abandono por cualquier causa de menores de 0 a 12 años suman 109 casos en todo el país.

Según las cifras del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), los casos de abandono de menores se mantienen. En el 2011 se registraron 1.391, en el 2012 hubo 1.216 y en el año pasado la cifra fue de 1.232.

Para el ICBF es complicado determinar quiénes son los padres de estos menores. Incluso, las condiciones socioeconómicas o la edad de las mujeres que abandonan a sus hijos. Se presume que ellos son descendencia de padres de escasos recursos o mujeres adolescentes o con problemas de consumo de estupefacientes.

“Es difícil establecer la causa como tal, ya que en la totalidad de los casos y por las condiciones, no se puede ubicar a las madres o familiares”, dijo la defensora de familia regional Bogotá, Martha Arenas.  

El ICBF cuenta con programas preventivos en sus centros zonales para recibir a los menores, con el ánimo de que no sean abandonados. Aun así, se mantiene la cifra. Incluso, la defensora recomendó que en el caso extremo de que una madre no quiera cuidar de su hijo, está obligada a entregarlo y no dejarlo en la calle. La idea es que se busque a su familia extensa o darlo en adopción. En estos casos no hay cárcel.

Caso contrario ocurre cuando una mujer deja a su hijo abandonado en espacio público, la pena puede ir de dos a seis años y si es dejado en condiciones deplorables, la pena aumenta en un tercio más.

La representante Ángela Robledo, quien ha trabaja estos temas en el Congreso y también lo hizo en el Distrito como directora de Bienestar Social, aseguró que el problema no está en la ley que protege a los menore;, por el contrario, el código de Infancia y Adolescencia tiene toda una legislación avanzada. “Lo que pasa es que varios artículos no se cumplen”, manifestó a Semana.com.

A este se suma, según la legisladora, que el país “no tiene un política integral de apoyo a la familia, en especial a las más pobres, que les permita conservar a sus hijos. Además no hay una política de anticoncepción y reproducción”.  

Proyecto que no tuvo futuro

En julio del 2011 se radicó en el Congreso un proyecto de ley “Cunas de vida”, que buscaba que se crearan canastillas debidamente adecuadas para que pudiera ser dejado un bebé que fuera abandonado por sus padres. El proyecto no prosperó debido a que se consideró que se retrocedía en este tema, ya que lo que había que buscar era la protección del menor por parte de su familia.

Ahora se piensa que como medida de contingencia se deben crear en los hospitales cunas especiales para los niños abandonados y que puedan recibir en un primer momento atención médica y luego que se pueda buscar a su familia cercana, tíos o abuelos. “Hay que crear un programa de familias gestantes para evitar el abandono”, resaltó la congresista.

Sólo un dato mantiene la esperanza de que no todo está perdido. Los niños menores de un mes de nacidos y abandonados en el espacio público generalmente son de fácil adopción. Según los datos de ICBF, a los cuatro meses y después de un proceso para intentar ubicar a sus padres y del restablecimiento de sus derechos, los menores son entregados a una familia adoptiva.