Ana Lucía Villa y Ana María Rey

MUJERES

La pesadilla de los corruptos y Universo atómico

Ana Lucía Villa, Directora de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda; y Ana María Rey, Física teórica.

7 de marzo de 2015

La pesadilla de los corruptos

Ana Lucía Villa, Directora de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda.

Bajo su lupa están los recursos públicos de los 32 departamentos y 1.102 municipios del país.  ‘La dama de hierro’ -como es conocida por su fuerte temperamento- nació en Titiribí, Antioquia, y es la segunda de diez hermanos. Economista de la Universidad de Antioquia y administradora de empresas de la Universidad Externado de Colombia, llegó al Ministerio de Hacienda hace 16 años y desde entonces protege el dinero público destinado a salud, educación, agua y saneamiento básico. Ana Lucía reconoce que se convirtió en una persona incómoda “pues hacer saneamiento fiscal no es una tarea amable para nadie”. Y aunque los resultados del país en esta materia son positivos, su mayor obsesión “es desaparecer a los corruptos”. Su trabajo la ha obligado a descubrir situaciones “macabras” como el caso de una familia de un municipio de Bolívar que conservaba un dedo índice en un vaso de formol y lo utilizaba cada mes para registrar la huella y cobrar la pensión del antiguo beneficiario. Por eso y para que “se respeten las reglas de juego”, Ana Lucía cree que su carácter fuerte es necesario, al menos en su oficio.

Universo atómico

Ana María Rey, Física teórica.

En manos de esta bogotana está la investigación que apunta a abaratar los costos en la construcción de trenes ultrarrápidos en el mundo. Su carrera como científica comenzó cuando, en contra de la voluntad de sus padres, quienes querían que su hija fuera ingeniera, obtuvo una beca para estudiar Física en la Universidad de los Andes y viajó a Maryland, Estados Unidos, donde obtuvo un doctorado en el College Park. Actualmente encabeza el grupo de investigación del Jila, un instituto para la investigación y educación en ciencias físicas, de la Universidad de Colorado, donde trabaja en disminuir la temperatura de los átomos para reducir la velocidad con que estos se mueven. “El problema es que todavía no entendemos cómo hacerlo”, explica. De conseguirlo, podría también crear un computador cuántico capaz de albergar tantas unidades de información como la cantidad de átomos existentes y procesarlas a una velocidad que la tecnología actual es incapaz de lograr. Su aporte científico le ha valido el premio de la comunidad latina de Estados Unidos, el Maria Goeppert Mayer que se otorga a mujeres científicas, el Premio Presidencial para Científicos otorgado por el presidente Barack Obama y la beca de la Fundación MacArthur, también conocida como el ‘Premio de los genios’.