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columna del lector

Un colombiano de "bien"

Miércoles 27. "¿Se considera un colombiano de bien? Tenga cuidado, porque aunque pueda dormir tranquilo, no está exento de sufrir alguna de las tantas injusticias que en este país no salen en televisión", advierte Lina Combariza, lectora de SEMANA.COM.

Lina Combariza
24 de abril de 2005

Estaba en el grupo de las colombianas, que al escuchar a Shakira en el metro de París, salía corriendo con los ojos "chocholatosos" a buscar la tienda en donde se escuchaba nuestra artista orgullo de Barranquilla. También usaba la pulserita con el tricolor nacional y la camiseta de la selección en sus partidos (no hablemos de fútbol... ese es otro tema que no es que marche muy bien). Como muchos, tenía la firme creencia que en este país lo único que se necesitaba para salir adelante era ser una "colombiana de bien" como mis padres y mis abuelos. Estaba convencida que lo único que se necesitaba para triunfar y "ser alguien" en este país, era una combinación exacta de honestidad, trabajo duro, preparación profesional y sentido común, sin olvidar participar en procesos que le dieran paz a mi alma y que le aportaran (en apariencia) un grano de arena para el cambio de nuestro descuadernado país. La vida y (no sé si peque de injusta) nuestra patria (mas bien nuestros dirigentes), parecen empeñarse en demostrarme lo contrario. Son muchos los jóvenes que se endeudaron ellos mismos y sus familias, con el fin de estudiar en el exterior para volver a aportar a su país y progresar en el mismo. Sin embargo el panorama al volver no es nada alentador. Esos jóvenes Clio (jóvenes bien preparados) se enfrentan a una nueva palabra: "sobrecalificado". Antes decían que con el titulo de bachiller no se era nadie, pero que con el de profesional si. Luego que el de profesional no era suficiente y que la mejor manera de tener mas oportunidades era haciendo estudios de posgrado. Pero ahora cuando se tiene el posgrado la respuesta es "lo sentimos... pero usted esta sobre-calificado para nuestra empresa". En eso casos uno se pregunta: ¿entonces qué? Estos jóvenes luego de dar tumbos en la búsqueda de un trabajo acorde con su preparación, terminan sub-empleándose. Por esto me sorprendió la polémica que se armo en torno a la convocatoria de "Jóvenes Profesionales" de la empresa petrolera patria "Ecopetrol", la cual desde su lanzamiento me pareció excelente. Que una empresa tuviera la intención de integrar a sus equipos de trabajo personas jóvenes recién egresadas de universidades a nivel nacional, para según Ecopetrol, "enriquecer las diferentes áreas de negocio y dar soporte de la Empresa con profesionales recién egresados, comprometidos con el desarrollo de Colombia". Era la prueba que no todo estaba perdido, la multitudinaria respuesta a la misma, 23.675 profesionales, denotaba 2 fenómenos: uno, el capital humano joven con el que cuenta nuestro país, y dos, la cantidad de jóvenes profesionales desempleados y/o descontentos con su actual trabajo. Los argumentos en contra de la convocatoria iban desde el derecho a la igualdad y no falto el político que se pronuncio en contra. Ser un colombiano de bien no es suficiente en un país que gracias a sus políticas de "seguridad democrática" captura a una persona, la muestra en televisión (con todo el show mediatico respectivo, para mostrar los "logros" en la lucha), la encarcela durante meses y luego se pregunta si tiene alguna relación con los hechos. La captura y posterior asesinato del profesor Correa de Andreis en Barranquilla, investigador de ideas "diferentes" a las del establecimiento debe hacernos tomar una actitud crítica frente a los procedimientos que se emplean en Colombia para las acusaciones y los procesos judiciales. Ser un colombiano de bien, ya no es el blindaje que me garantizaba el estar lejos de cualquier inconveniente con algún aparato del estado, que me separaba de la gente en "problemas". Ahora miro en los noticieros y me pregunto cuantas de esas personas que aparecen en las rondas de la Sijin, en esas "rimbombantes" capturas masivas, fruto de "exhaustivas" investigaciones, no serán ciudadanos del común, con la mala fortuna de caer en el espiral de confusión, de testigos ocultos, informantes e indicios. ¿Es usted un orgulloso colombiano de bien? ¿Insigne representante de los valores que hacen grande a nuestro pueblo? Cuidado... aunque le permita dormir de noche y estar en paz con el ultimo juzgador (al que usted crea que le debe rendir cuentas), no esta exento de sufrir alguna de las tantas injusticias que en este país no salen en televisión.