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El concierto “Saetas y otras músicas de la Pasión" estará a cargo de los cantaores Vicente Gelo, el maestro director José Manuel Delgado, Regina García, Manuel Fernández y Jose Alfonso Domínguez. Los fondos recogidos se destinarán a la educación de 130 niños desplazados en el sur de Bogotá.

MÚSICA

Con cantos flamencos se ayudará a niños desplazados del sur de Bogotá.

Para apoyar a 130 niños, se presentarán este jueves cinco cantaores andaluces con una muestra de saetas y sevillanas propias de Semana Santa. Semana.com lleva a sus lectores de Bogotá al espectáculo.

14 de marzo de 2007

El Teatro Colsubsidio Roberto Arias Pérez se trasladará por unas horas a las calles de Sevilla en España. Este suceso será posible gracias al concierto “Saetas y otras músicas de la Pasión”, cuyos fondos ayudarán a los niños de la Fundación Laetitia en el sur de Bogotá. Aparte del carácter humanitario de la función, el espectáculo que se verá este jueves en la capital es único, pues muestra una de las tradiciones más antiguas del pueblo de Andalucía: los cantos religiosos durante las procesiones de Semana Santa.

“Esto se conoce como cante de balcón. Las procesiones van avanzando por las calles de los barrios, y en los balcones de algunas casas paran para que la gente venere a los santos con sus cantes”, explica con inocultable acento andaluz el saetero Vicente Gelo. Él, que no pasa de los 30 años, ha recorrido el mundo con el Ballet Flamenco de Andalucía y es calificado por muchos expertos como una de las promesas de la música española.

Pero Vicente no interpretará sólo las saetas, con él estará Regina Antonia García, cantaora flamenca. Sus rasgos, el modo de moverse y hablar no dejan espacio a la duda. Es una flamenca completa. Con ese espíritu traído desde sus tierras encantará a los espectadores con una voz fuerte y profunda, de esas que salen del alma y que los flamencos son expertos en manejar para darle ese toque inconfundible a su música.

Además de las saetas, también habrá sevillanas. Estas estarán a cargo de Manuel Fernández y José Alfonso Domínguez. “Nosotros cantamos todo tipo de sevillanas, pero acá sólo haremos cofrades, que son las que se cantan en Semana Santa y no se oyen en ninguna otra época del año”, cuenta Manuel, que recuerda también cómo comenzó a cantar cuando estaba en el colegio, y desde entonces no ha podido sacar las sevillanas de su vida.

La dirección del espectáculo estará a cargo de del maestro José Manuel Delgado que, a diferencia de Manuel, sí heredó la música por tradición familiar. “La música está presente desde que naces, te bautizan con cantes y eso no lo puedes apartar”, puntualiza el maestro. Delgado fue director técnico de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y en Bogotá dirigirá a la Orquesta Sinfónica de Colombia, que alternará con los cantaores interpretando marchas propias de las procesiones andaluzas.

La música que se oirá el 15 de marzo a las 8 de la noche en el Colsubsidio conmueve hasta las entrañas; quienes han podido vivir las procesiones andaluzas tienen claro que es un espectáculo único. La esposa del Vicepresidente de la República, María Victoria García de Santos -quien ha liderado la organización del concierto- es una de esas afortunadas que han vivido una Semana Santa en Sevilla. Ella no duda en afirmar que “esa ha sido una de las experiencias más impresionantes y hermosas que he tenido”.

Si a la belleza del espectáculo se le suma el fin social que tendrá, la asistencia al evento está más que justificada. Saetas y otras músicas de la Pasión nació de la iniciativa de los empresarios andaluces, que encontraron en la esposa del embajador de España, María de la Rica, la promotora ideal. De la Rica es además la presidenta de la Asociación Laetitia que, con el apoyo de colombianos residentes en España y españoles residentes en Colombia, financia proyectos para los más necesitados. Por eso, el dinero que se consiga por la venta de las boletas irá para los niños de la parroquia del barrio Palermo Sur, en donde funciona una escuela que se dedica a nivelar los muchachos desplazados o que por falta de recursos están atrasados en el sistema educativo.