Home

On Line

Artículo

política

Lazos familiares

En época electoral los políticos quieren a sus parientes más que de costumbre. Élber Gutiérrez Roa, periodista de SEMANA.COM, explora las relaciones entre los congresistas que perdieron la investidura y sus sucesores.

Élber Gutiérrez Roa
12 de febrero de 2006

Albino García Fernández perdió su credencial de congresista hace un año como consecuencia de un fallo de la Corte Suprema de Justicia que lo investigaba desde hacía una década por tramitar auxilios parlamentarios en 1990.  Según la justicia, García intervino en la tramitación de becas académicas por 1,2 millones de pesos de la época y por eso fue decretada su muerte política. Fue condenado a 19 meses de cárcel y de inmediato el Consejo de Estado lo despojó de su investidura de representante a la Cámara por Norte de Santander. A mediados de 2004 dejó de pasearse por los pasillos del Capitolio Nacional y decidió volver a Cúcuta. Allí solicitó la revisión de su caso, que ya fue aceptada por la Corte. 

También de Norte de Santander es Miguel Ángel Flórez, el ex representante a la Cámara que perdió su investidura el 11 de noviembre de 2001 como consecuencia del más sonado escándalo de corrupción de esa corporación: el Pomaricazo. Este salpicó a funcionarios del área administrativa y a la mesa directiva de la época por la suscripción irregular de contratos para nóminas paralelas y servicios generales del Congreso. Según la legislación del momento, Flórez -como Albino García- no podría desempeñar cargos de elección popular distintos al de diputado, por lo que varios de sus contradictores políticos creyeron que uno y otro habían dejado de existir en la vida pública.

Y en realidad, poco se oye sobre ellos en Bogotá. Sin embargo, en asuntos políticos están vivitos y coleando. Como muchos de los 44 legisladores que han sido despojados de su investidura por el Consejo de Estado desde 1992, encontraron la manera de reencaucharse a través de sus familiares, manteniendo sus fortines políticos e incluso aumentando el poder de sus movimientos.

García acaba de apuntarse uno de los más grandes triunfos de su vida pública al lograr el aval del Partido Conservador para la candidatura de su esposa, Zaida Yaneth Lindarte, a la Cámara de Representantes.  Lo logró gracias a una reforma estatutaria recientemente aprobada por los conservadores, según la cual los congresistas elegidos para el período en curso tienen derecho a postular un "sucesor" en caso de que no se puedan presentar a las próximas elecciones. 

Para que su esposa logre llegar al Congreso no necesita sólo del aval conservador y García lo sabe. Por eso mantiene la cohesión de su grupo político, con el cual hace una semana ganó siete curules en el directorio municipal y cinco en el departamental.  La infraestructura política sigue intacta y creciendo. Su hijo, Juan Carlos García, es el concejal más joven de Cúcuta. Los políticos de la ciudad comentan sobre el  "triunfo de Albino" y su inminente regreso al Congreso a través de la familia.  "Prefiero hablar poco y seguir trabajando en la campaña de mi esposa",  se limita a responder García.

Flórez, el del Pomaricazo,  usó una fórmula similar para que su hermano José Luis llegara a la comisión primera de la Cámara de Representantes, donde fue clave para la aprobación de los proyectos del uribismo, incluidas la reelección presidencial  y la ley de garantías electorales.  Su éxito ha sido tan grande, que mientras Miguel Ángel llegó a la Cámara con 39 mil votos, su hermano y discípulo lo hizo con 45 mil.

Para las elecciones de marzo, Miguel Ángel decidió que Apertura Liberal no presentará candidatos al Senado sino que buscará dos curules en la Cámara, usando nuevamente como cabeza de lista a José Luis, quien no desaprovecha oportunidad para ratificar su lealtad a la familia:  "Ser hermano de Miguel Ángel nunca me ha quitado votos porque la gente de Norte de Santander sabe que él es inocente. Lo que verdaderamente importa es ponerle la cara a la gente y hacer gestión, incluso ante el gobierno. Estoy orgulloso de ser de la familia aperturista y de llevar la credencial en nombre de los Flórez", dijo a Semana.com.

Los lazos familiares se estrechan aún más en época electoral.  Jaime Lozada Perdomo fue despojado de su investidura el 19 de marzo de 2001, pero su hijo Jaime Felipe acaba de barrer en las elecciones internas del Partido Conservador y ahora integrará el directorio departamental del Huila. Rosmary Martínez, representante a la Cámara por el Tolima, buscará repetir período como sucesora de la curul de su hermano Emilio Martínez, despojado de su investidura el 3 de octubre de 2001.

"Emilio tuvo varios procesos, dice Rosmary, pero salió bien librado de ellos y sólo le queda uno pendiente. Mientras tanto, la gente me cree porque sabe que trabajo con él y que continuaremos trabajando juntos. Mis votos crecieron y Emilio seguirá haciendo política como el líder nato que es. Para ser político hay que tener liderazgo y eso es lo que a él le sobra".

Antecedentes

La pérdida de investidura fue incluida en la reforma constitucional de 1979, que dos años después fue declarada inconstitucional. La Asamblea Constituyente de 1991 la reintrodujo con dos modificaciones: causales más amplias y la acción pública de desinvestidura. 

Pero la facultad para modificar la figura está en manos de los congresistas (potenciales beneficiarios o damnificados de la misma), situación que se presta para manipulaciones inevitables, como lo señala la