Serpa nombra a su vicepresidente

Iván Marulanda es un economista pereirano de 60 años. Fue alcalde de Pereira en 1975, concejal de Medellín, senador de la República y Constituyente entre 1986 y 1990. También fue uno de los fundadores del Nuevo Liberalismo junto con Luis Carlos Galán. Pero después del asesinato del líder liberal, se retiró de la política activa y se dedicó principalmente a la academia, la diplomacia y la investigación.

Después de participar en la elaboración de la Constitución de 1991, fue embajador ante la FAO y trabajó como consultor de la OEA en temas de democracia para la región Andina. Fue fundador y director del diario La Tarde, de Pereira, y es actualmente columnista de El Espectador.

Después de varios años, regresó a la contienda electoral como candidato liberal al Senado en las pasadas elecciones, con la bandera de defender el intercambio humanitario y la educación pública. No le fue bien. Sacó 3410 votos. Por eso, claramente Serpa no lo escogió como fórmula por su caudal electoral.

Horacio Serpa dijo que en la Vicepresidencia debe estar un estadista por la responsabilidad que encarna el cargo, no solo por las tareas importantes que tendrá sino porque debe hacerse cargo de la Presidencia en caso de que falte él y en eso no se puede improvisar.

En la campaña de Serpa consideran que por su origen y trayectoria política en Antioquia, Marulanda contará con la simpatía de un sector de los paisas y que su historia con Luis Carlos Galán tendrá una ascendencia importante entre la franja de opinión del liberalismo que sigue venerando la imagen del caudillo asesinado.

Aunque Marulanda cuenta con una hoja de vida impoluta y tiene gran habilidad discursiva, lo cual sin duda le ayudará al candidato en los debates, para algunos la escogencia fue el resultado de que nadie más se le midió al desafío y por ende, desafortunada. Creen que dada la trayectoria e ideología de Marulanda, envía el mensaje de que Serpa ya abandonó la esperanza de competir contra Uribe y que ahora vería como su verdadero contendor a Carlos Gaviria, candidato del Polo Democrático.

Si es así, podría ser una estrategia riesgosa, porque los que son de izquierda tienen ya definido su voto por el Polo. Cuando midió su popularidad entre los paisas no salió triunfante: cuando se presentó en las pasadas elecciones para la Alcaldía de Medellín por la consulta Liberal, quedó entre los últimos. El ganador fue Jorge Mejía.  Y también es poco probable que el recuerdo de Luis Carlos Galán logre conquistar 15 años después de muerto votos para alguien diferente a su hijo. Más aún cuando el Nuevo Liberalismo se ha atomizado en mil cabezas: Juan Lozano es ultrauribista, María Emma apoya a Carlos Gaviria, Rodrigo Lara, el hijo de Lara Bonilla, se postuló por Cambio Radical, en fin.

Sin un vicepresidente que le agregue votos, Serpa corre el peligro de que el presidente-candidato gane en la primera vuelta. Además, le deja abierto el espacio del centro a Antanas Mockus, quien todavía tiene esperanza de repuntar.

Semana.com entrevistó a Iván Marulanda, minutos después de haber sido elegido como acompañante de Serpa:

Semana.com: ¿Qué le aporta usted a Serpa?
Iván Marulanda: Es una pregunta más para Serpa que para mí. Tengo muchos años de lucha firme con unos ideales y convicciones firmes. Esas convicciones le gustan a una opinión independiente que no se ha expresado todavía.

Semana.com: ¿Es un mensaje de que ahora la pelea es contra Gaviria, para arrebatarle los votos de centro izquierda?
I.M.: Yo soy liberal. El liberalismo es una fuerza ideológica de centro izquierda. En la izquierda está el Polo Democrático, el M-19. Nosotros estamos más hacia el centro. El liberalismo ha sido un partido que respeta las diferencias, pero que respalda la intervención del Estado a favor de los débiles. Eso no es sólo una postura social demócrata sino un postulado justo en un país con tantas dificultades.

Semana.com: ¿Cómo vería su función como Vicepresidente?
I. M. Fui constituyente y se muy bien porque participe en la Constitución que el presidente dicta las tareas del vicepresidente. Cuando sea presidente, Horacio Serpa me dirá en qué quiere que lo apoye.

Semana.com: Dados los resultados electorales de su última candidatura, usted no le aportará votos a Serpa. ¿No es ese un problema?
I.M.: Realmente en las elecciones pasadas no le fue bien a nadie, la abstención fue altísima, el 65 por ciento no se expresó en las elecciones. Seguramente están esperando otras opciones.

Semana.com: Pero usted fue una de esas opciones.
I.M.: No soy un fortín electoral, lo que es importante son las convicciones y la lucha, sin desfallecer, sin ser oportunista. Es lo que ha sido mi vida pública, de estar presente sin pensar si me va a ir bien o mal. Soy como los toros de casta, que no se derrotan ante la vara sino que se crecen con la pulla. Creo en que este país necesita un cambio.