Home

On Line

Artículo

Deportes

Todos contra el niño travieso

El australiano Lleyton Hewitt buscará desde esta semana no sólo retener el título del USOpen sino también ratificar que él es el mejor tenista de la actualidad.

Diego Garzón*
26 de agosto de 2002

A Lleyton Hewitt no le gusta hablar de sus rivales. A pesar de su fuerte carácter dentro de la cancha, a la hora de enfrentar a los medios de comunicación trata de mostrar una faceta más amable. Confía en su talento pero jamás menosprecia al contrincante de turno. Odia que lo tilden como favorito cada vez que se dispone a participar en un nuevo torneo. Pero es difícil decir lo contrario y más con el nivel que ha venido mostrando en los últimos meses.

Este año ha sido positivo para este tenista australiano de 21 años. Ha ganado 45 partidos y sólo ha perdido 10. Se impuso en los torneos de San José, Indian Wells, el Queen's Club de Londres, y obtuvo su segundo Grand Slam tras derrotar al argentino David Nabaldián, en tres sets corridos, en la final de Wimbledom. La primera vez que se coronó campeón de un Grand Slam fue precisamente hace un año cuando sorprendió al mundo tras apabullar a Pete Sampras ante su propio público en las canchas de Nueva York.

Es por ello que no tildarlo de favorito para este nuevo USOpen es casi que imposible. Además Hewitt ha demostrado que se siente mucho más cómodo jugando en césped y en pistas rápidas como lo hará desde esta semana. A pesar de su mal comienzo de temporada en el Abierto de Australia donde cayó en primera ronda ante el español Alberto Martin, el joven australiano ha recuperado nuevamente su condición física y en la gira que ha hecho por Estados Unidos, previa al USOpen, ha sido favorable. Si bien en Indianápolis cayó ante Greg Rusedski en octavos de final, en Cincinati disputó la final con el español Carlos Moyá, quien lo superó en dos sets.

Moyá al igual que el argentino Guillermo Cañas, quienes siempre figuran como opcionados al título cuando el torneo se disputa en canchas de polvo de ladrillo, pueden ser los rivales a vencer en esta nueva versión del USOpen. Moyá ha vencido a Hewitt en dos oportunidades durante este año, mientras que Cañas, además de obtener su primer título, fue el encargado de eliminar al australiano en los octavos de final del Roland Garros, en un juego que se extendió a cuatro sets.

El ruso Marat Safin, número dos del mundo, también puede dar la pelea. Safin también venció en la final del USOpen a Pete Sampras, hace dos años, en el mismo estadio en el que se coronó campeón Hewitt el año pasado. Sin embargo, no ha sido un buen año para el ruso. Pudo alcanzar el trofeo del Abierto de Australia pero Thomas Johansson lo superó en la final. No ha obtenido ningún título en el año y a pesar de marchar segundo en la clasificación de la ATP sus seguidores saben que puede dar mucho más.

André Agassi, como siempre, es el mejor ejemplo de constancia. Es tercero en la clasificación de tenistas y ha obtenido cuatro títulos durante el año aunque en los Grand Slam de la temporada no ha contado con mucha suerte. No ha dudado en expresar su deseo de llevarse el título de el USOpen pues reconoce que ya se está sintiendo un poco cansado de la competencia. Agassi se enfrentó con Hewitt en Cincinatti hace dos semanas y el australiano salió vencedor.

El británico Tim Henman puede ser el otro escollo para Hewitt. "Es uno de los servicios más incómodos de responder. Es una mezcla de potencia y de ubicación que impide las devoluciones que me gustan practicar", comentó Hewitt sobre el tenista inglés. Este año se han enfrentado en dos finales en las que el australiano salió victorioso.

Hewitt dice estar tranquilo. Asegura que ha trabajado mucho en su segundo servicio pues aún siente que, por momentos, su saque parece débil ante potentes devoluciones. "Me dio rabia sentir la facilidad como respondía González a mis segundos saques. Me he dado cuenta que no sólo poner un poco de efecto es suficiente. Hay que mantener la confianza y la potencia del primer saque", comentó luego de la semifinal que disputó en Cincinnati ante el chileno Fernando González.

"El niño travieso", como lo llaman dentro del circuito tenístico, empieza esta semana un duro reto. Podría conseguir su segundo Gran Slam en un mismo año y el tercero de su carrera profesional. No será nada fácil pero su alto rendimiento ya no es mucho más que una "buena racha" como lo quisieron ver algunos cuando lo tildaron en Australia como el sucesor de Patrick Rafter. Sus triunfos son una realidad y no en vano el año pasado terminó en el primer lugar de la ATP, el mismo lugar que ha mantenido y que conserva con 600 puntos, 177 más que Marat Safin, su inmediato seguidor. Todos los ojos estarán sobre él para saber si es o no capaz de retener una corona que lo ratificaría como el mejor tenista del mundo en la actualidad.

* Editor de deportes. SEMANA