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Los expertos afirman: "Hay que darle un manejo ambiental lo más rápido posible a la tragedia, porque si no nos va a contaminar no solamente las aguas de la represa sino sus alrededores, y ya se está volviendo insoportable el olor”.

MEDIO AMBIENTE

Tragedia ecológica en el embalse de Betania por la inesperada muerte de 1.000 toneladas de peces

Tras 70 días continuos de verano, hubo una caída, a mínimos históricos, de los niveles del agua del embalse. Además, se presentó un ingreso inesperado de tierra y lodo generado por la erupción del volcán Nevado del Huila. Esto provocó una inmensa pérdida de oxígeno. El impacto económico para el departamento es considerable.

Textos y fotos Diario del Huila
27 de febrero de 2007

Cerca de 1.000 toneladas de peces muertos flotan en el Embalse de Betania. Los alevinos llevan varios días sobre las aguas de la represa debido al bajo nivel que presenta. Las autoridades ambientales empezaron con la remoción de los pescados que serán recolectados, transportados, encaletados y cubiertos cerca de la represa como medida que busca reducir el impacto ambiental sobre esta zona.
 
Mientras tanto la Central Hidroeléctrica de Betania ha propuesto disminuir el generamiento de energía, que consistirá en producir por 21 horas, 60 megavatios y en las tres horas restantes (pico) 120 megavatios.
 
Para Carlos Alberto Luna, gerente de la Central Hidroeléctrica de Betania, esta medida se hace para ayudar a aumentar el nivel del agua en la Represa. “Antes la producción de energía era de14 horas con 85 megavatios, siete horas con 63 horas con 120 megavatios, y las que se toman ahora es lo mínimo a lo que podemos llegar”, dijo el funcionario.
 
Ahora se tiene previsto que un equipo de Ingeominas haga monitoreos del agua del embalse, así como la que baja del Nevado del Huila en ríos como Simbolá y La Plata que desembocan en el río Páez. De esta manera se establecerá la relación entre el Nevado del Huila y la contaminación y turbiedad que tiene la represa. Si bien hasta el momento no se ha logrado corroborar la conexión entre los dos fenómenos, los informes preliminares señalan que esta fue una de las causas.

Actividades preventivas

Las autoridades tienen previsto, en coordinación con los municipios adyacentes como Hobo y Campoalegre, realizar una brigada a fin de colectar los peces muertos que flotan en la represa, y seguidamente proceder a enterrarlos. También se expedirán leyes locales tendientes a evitar la venta de pescado que provengan de la represa.
 
Así mismo se prohíbe la pesca en el embalse de Betania, hasta tanto no se conjure la emergencia ambiental que se presenta.

No sembrar alevinos

El gobierno departamental recomendó a la población aledaña a la represa, no efectuar siembras de alevinos, reducir inventarios existentes, reducir porcentajes de aportes de ración alimenticia, y aplazar montajes de nuevos proyectos, debido al evento natural de la reactivación volcánica del Nevado del Huila, y el desprendimiento de material volcánico en la cuenca alta del río Páez, afectando por tanto la calidad del agua, esto sumado a la época de sequías que se refleja en el bajo nivel de agua.

Para los piscicultores esta actividad es una constante incertidumbre con la naturaleza, que sumada a la falta de apoyo de las administraciones gubernamentales que no aprecian la producción del sector agropecuario, son algunos de los puntos a los que se atribuyen los constantes altibajos que vive este renglón de la agricultura huilense.

Rodrigo López Lozada, procurador agrario y de asuntos ambientales de Huila y Caquetá manifestó su preocupación por el asunto. “Me parece grave haber llegado a este término, ya que en diciembre y febrero siempre ha sido crítica esta situación, pero nunca se había llegado a una emergencia como ésta. Estamos trabajando en un plan de contingencia que dé solución de mitigación a este impacto social”.
 
Igualmente Ramón García, presidente de Aspepibe, Asociación de Pequeños Piscicultores de Betania, recalcó el impacto que tiene la muerte de alevinos sobre las familias que dependen de este negocio. “Hay al menos 2.000 toneladas de peces muertos en la represa, y hay que darle un manejo ambiental lo más rápido posible, porque si no nos va a contaminar no solamente las aguas de la represa sino sus alrededores, y ya se está volviendo insoportable el olor”.

Ayuda del gobierno

El gobierno, entre tanto, se comprometió a ayudar con 1.500 millones de pesos para los afectados por esta emergencia. El anuncio lo hizo el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, al término de una reunión que sostuvo con representantes de estos productores. El funcionario explicó que del total de recursos, 1.000 millones se otorgarán a través de apoyos directos y los restantes 500 millones de pesos se destinarán a un proyecto de ordenamiento de la actividad de la pesca en esta región, el cual será desarrollado por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder).
 
Dijo además que este plan de ayuda se está estructurando y que este jueves llegará a la zona una misión del gobierno nacional encabezada por el viceministro de Agricultura, Fernando Arbeláez Soto, para explicarles a los productores cómo pueden acceder a estos beneficios.

El plan de contingencia

Entre tanto, se informó que avanza el plan de contingencia puesto en marcha en el embalse de Betania, para atender la emergencia por la mortandad de peces. Según un comunicado de los Ministerios de Minas y Energía; Ambiente; y Vivienda y Desarrollo Territorial, desde el mismo momento en el que se reportó la situación, el gobierno diseñó un plan especial para determinar las causas del evento y las acciones por seguir.
 
En tal sentido, se determinó realizar la construcción de celdas y hacer un manejo técnico para el enterramiento de los peces, a cargo de la Corporación Autónoma del Magdalena (CAM). Así mismo, se estudia la posibilidad de regular la operación hasta donde más se pueda, con el fin de subir el nivel el agua del embalse. Las autoridades ambientales también mantienen un riguroso monitoreo de la calidad del agua. De acuerdo con el comunicado conjunto, la situación que se presenta actualmente en el Embalse de Betania, es un caso no común, cuyas razones están asociadas –hasta ahora– al alto grado de sedimentación (probablemente asociado a la actividad del volcán del Nevado del Huila) y a la poca agua que está ingresando a la represa, como efecto del verano.