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Jugar fútbol sin temor a morir: Lo que el Sí puede cambiar

La munición sin explotar al igual que las minas antipersona no saben sobre acuerdos de paz: son ciegas, sordas, mudas y están hechas para matar sin discriminar entre civiles, militares, niños, adultos, hombres mujeres.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
30 de septiembre de 2016

Yorman y Andrés Felipe son las últimas víctimas de la explosión reciente causada al parecer con una munición sin explotar que quedó en el suelo luego de combates o al paso de los armados en esta guerra, en la vereda Quebradón Sur, de Algeciras, Huila.

¿Su edad? Seis años. Yorman murió y Andrés Felipe esta herido. Estaban jugando fútbol.

El accidente ocurrió a la misma hora que en Cartagena se desarrollaba el acto de firma del acuerdo de paz entre Gobierno y FARC este lunes 26 de octubre.

El mensaje es contundente y conocido: la munición sin explotar al igual que las minas antipersona no saben sobre acuerdos de paz: son ciegas, sordas, mudas y están hechas para matar sin discriminar entre civiles, militares, niños, adultos, hombres mujeres.

Por ello el mundo convino eliminarlas. Por ello la lucha contra estas armas. Por ello la insistencia para que hubiesen acuerdos entre guerrilla y gobierno sobre minas aún antes del inicio de los diálogos, por ello el acuerdo piloto entre las FARC y el Ejército. Por ello la iniciativa de Noruega y Estados Unidos para conseguir los recursos que permitan limpiar el territorio.

Por ello el dolor y justo reclamo de comunidad y autoridades en Algeciras y en otros municipios porque no debería ocurrirnos más.

Dolorosamente sucederán más accidentes hasta que limpiemos todo el territorio afectado y por ello es correcto y necesario establecer la meta de terminar en el 2021.

El plan para desminar el país está definido, su implementación no será mágica, será lenta y compleja, dependerá de múltiples factores y todos debemos tomar conciencia de ello.

El factor más relevante hoy serán los resultados del 2 de Octubre. De ganar el No todo estará en cuestión. El pasado cobrará vigencia y se nos irá de las manos esta oportunidad de tránsito a una vida sin guerra que tenemos.

No creo que el Sí vaya a aplastar al No. Un voto nos basta, posiblemente el suyo porque como decía mi abuela, Sí es Sí y No es No. Para los opositores al acuerdo, el resultado será motivo de rechazo, su participación en el plebiscito no es para dirimir el debate sino para tener una tarima desde la cual agitar sus miedos al futuro, a la existencia de nuevos actores en el escenario de la política y de la vida en sociedad.

Mi decisión y no es novedad para los lectores de estas columnas es votar Sí.

Sólo me atrevo a pedir que la reflexión a la hora de participar en la decisión del plebiscito tenga en cuenta el futuro antes que el pasado, los niños antes que nuestro avanzado ciclo vital, las posibilidades antes que las certezas.

Me atrevo a pedir respetuosamente a cada compatriota que se ilusione y fantaseé con una sociedad mejor que esta realidad injusta y dolorosa en que hemos permanecido atrapados por la incertidumbre, el dolor, la corrupción y la incapacidad de plantarnos frente al mundo como una colectividad digna y ejemplar.

Adenda: Un hermoso homenaje a Yorman, a Andrés Felipe y a su comunidad adolorida de Algeciras, sería que el ELN avanzara en su decisión por la paz, así el plan de descontaminar el país para el 2021 estará más cerca de cumplirse y todos los niños podrán jugar fútbol sin temor a la muerte.

* En Twitter: @alvarojimenezmi - ajimillan@gmail.com

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