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¡Ley de principios y valores!

La ley de principios y valores, sería instrumento legal para que el niño y el adulto, se concienticen dentro del esquema de rechazo: a la corrupción, el comercio y consumo de drogas ilícitas, la violencia y el sexo a temprana edad.

Uriel Ortiz Soto, Uriel Ortiz Soto
4 de mayo de 2018

La razón de ser de esta ley, tiene su fundamento: en nuestra sociedad se ha perdido el sentido de pertenencia, por lo tanto, la responsabilidad y sentido común de lo que es la administración pública, está totalmente devaluado, existe la creencia que estos tres delitos no afectan para nada a la sociedad y patrimonio de los conciudadanos.  

La lucha contra estos tres delitos mediante medidas coercitivas está más que perdida, por más sanciones y penas privativas de la libertad que se apliquen don “corrupto” siempre llevará las de ganar.  

La razón es muy sencilla: el aparato judicial que es el encargado de administrar justicia, está tan corrompido, que el ciudadano del común ha perdido la confianza en ella, acudiendo a otras formas para hacer valer sus derechos.

Sin embargo, no nos podemos sustraer de las decisiones que toman los jueces, puesto que sería ir en contra de las normas legales y jurídicas, que en todo momento deben ser acatadas por los ciudadanos y en ningún momento hacer caso omiso de ellas.

Después de tantas crónicas, leyes, decretos, resoluciones y foros que se han expedido y celebrado para luchar contra: la corrupción, el microtráfico, la violencia y el sexo a temprana edad, hasta la fecha, son causas perdidas; si se hace una evaluación de los resultados de los últimos años, nos quedamos más que perplejos y decepcionados.
 

Los buenos modales tienen su razón de ser en los pilares fundamentales de principios y valores, que han sido abandonados a su suerte por los entes educativos, como consecuencia atrapados por nichos de corrupción.  

La ley de principios y valores tendría su jurisdicción en todos los ámbitos de la vida nacional, sería de obligatorio cumplimiento, el ministerio de educación nacional deberá instruir a los educadores para que previo pensum académico se restablezcan los pilares fundamentales, para construir las sociedades del futuro.

En conclusión: somos un conglomerado a la deriva, manejado por los vientos huracanados de la corrupción, puesto que no tenemos ninguna defensa para enfrentarlos, lo único podría ser la ley de principios y valores, aplicada en todo momento de nuestras actividades cotidianas: al inicio y al final de las jornadas laborales.

urielos@telmex.net.co  

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